Ni siquiera el título es acertado, pero bueno. La pregunta es cómo unir en un reparto a Julia Roberts, Kate Hudson y Jennifer Aniston y hacer una película no mala, sino pésima. Gary Marshall ahora tiene la respuesta con este filme verdaderamente reprobatorio que no tiene nada más que en nombre de estas reconocidas artistas en su poster promocional.
Siguiendo con sus películas sobre tradiciones -podríamos olvidar “Día de San Valentín” y “Año Nuevo” en un pestañeo-, este director conocido por sus comedias ligeras y pegadoras parece no cansarse del fracaso con esta comedia de clichés, que merece un cero en congruencia.
De mal en peor va el desarrollo de esta historia de vidas cruzadas entre unas madres que viven en Atlanta. Sandy (Aniston) es la típica divorciada con dos niños chicos que de pronto se siente insegura con la novia nueva de su ex. Sandy es amiga de Jesse (Hudson), casada con un hindú aunque su familia texana no lo sabe, peor aún, tiene un hijo de este matrimonio que también es un secreto. Ajá.
Luego está la historia de la hermana de Jesse y su relación lésbica con Max, de la que tampoco se sabe mucho. Y así sucesivamente hasta que entramos en la confusión con la visita inesperada de los padres el “Día de las Madres”, mientras que Julia Roberts entra y sale constantemente de escena como una vendedora de chácharas.
El guion de Anya Kochoff Romano, Matt Walker y Tom Hines demuestra que sí hay tercero malo, valiéndose del sentimentalismo más barato y los chistes fáciles entre los que bien pueden terminar siendo los personajes más acartonados del año.
Aquí no hay sorpresas, todo se anticipa, los actores no se ven cómodos con sus roles, y Gary Marshall está muy lejos de repetir la hazaña noventera de “Pretty Woman” con esta cinta malograda desde cualquier ángulo que se le vea. * (Generosamente)
Punto final.- Ver el tráiler de “Star Wars: Rogue Squadron” en la pantalla más grande del cine. ¡Eso es!
