En el oxidado muro de lámina que divide a México de Estados Unidos, un colectivo artístico –proveniente de California– pintó un mural del político estadunidense Donald Trump, donde decenas de deportados mostraron su indignación por el discurso antinmigrante del aspirante a la presidencia de Estados Unidos, “mentándole su madre”.
Lo hicieron el martes 10 de mayo, Día de las madres para millones de mexicanos.
Al filo del mediodía, los miembros de la organización Ángeles Sin Frontera, arribaron al sitio –ubicado a la altura de la colonia Libertad– marchando y entonando consignas en contra del republicano.
Después del discurso del presidente de la asociación, Sergio Tamai, se pararon frente al mural y con el protocolo de “una, dos, tres” exclamaron: “Chinga tu madre, Trump, chinga tu madre, Trump, chinga tu madre, Trump”, y así repetidas veces.
Todos estaban uniformados con un chaleco verde y portaban los andrajos propios de la indigencia, en la que –dicen– quedaron luego de ser expulsados de territorio estadunidense, en donde, afirman, solo se dedicaban a trabajar.
Posteriormente, de entre la multitud salió la orden: “en inglés ahora compañeros”, y comenzó de nuevo el bullicio, aunque un poco más apagado: “Fuck you, Trump, motherfucker”, seguido de enardecidos aplausos.
Luego, una lata de pintura verde, un encendedor, piedras y plumones fueron el arsenal para hacerle la guerra al mural que explicaba “Cómo llegar a Donald Trump”. Los hombres –algunos adictos a las drogas– usaron fuego para quemar la oxidada lámina, pintaron el rostro, y escribieron, con mala ortografía, injurias contra el casi candidato a la Presidencia, además de algunos “Viva México” con tinta negra.
A unos metros fue colocada una carpa donde se mostraban fotografías de Lourdes Lizardi, coordinadora de la organización, que daban fe de la lucha por defender los derechos de los migrantes:
“Por ser Día de la madre vamos a mentarle su madre a Donald Trump, ya que es un Hitler y no lo queremos porque odia al mexicano; para nosotros es un peligro que este hombre quede como Presidente”, dijo Lizardi a ZETA pocos minutos antes de comenzar la colorida ceremonia.
Tamai calificó de vergonzoso que el Gobierno Federal no tenga “programas integrales para apoyar a los deportados”, a pesar de que los mexicanos que radican en la nación de las barras y las estrellas son contribuyentes importantes para la economía nacional, ya que, dijo, aportan a México hasta 25 mil millones de dólares anuales a través de remesas.
