Intensa e irradiando amor y felicidad, la cantautora tecatense regresa a sus raíces y a la frontera para presentar el retrato musical de su vida que en 2016 la llevó a los festivales Coachella y Vive Latino, sorprendiendo con su ensamble
Orquestalmente, con el corazón en la mano y un álbum discográfico que golpeó estrepitosamente al amor, ese motor que guía claramente los sueños, la razón de existir y su carrera artística, Carla Patricia Morrison Flores conquistó dos festivales en abril, Coachella (15 y 22) y Vive Latino (24), hasta donde llevó un ensamble celestial, a base de una ambiciosa sesión de vientos y sonidos electrónicos, combinados con la complejidad de versos e historias que relata en 13 episodios.
Colgando la guitarra para dejarse abrazar por la pasión, “La Morrison”, intérprete de “Un Beso”, “Flor que Nunca Fui”, “Vez Primera”, “Azúcar Morena”, “No Vuelvo Jamás”, “Cercanía”, “Devuélvete”, “Mi Secreto”, “Tierra Ajena”, “Yo Vivo para Ti”, “Tú Atacas”, “Mil Años” y “Todo Pasa”, extraídos de la nueva placa discográfica “Amor Supremo”, continúa su camino, al que afronta como una mujer camaleónica que pasó de la depresión de un éxito que la sacudió muy rápido, hasta abrumarla, a resultar triunfante luego de refugiarse en Playas de Tijuana, donde construyó su nuevo estilo atmosférico a base de sintetizadores.
Reencontrándose en sus raíces, Carla se dejó guiar por la espiritualidad y la manera de ver la vida, con lo que justifica su evolución:
“Más que cambiado, he evolucionado. Casi tengo treinta años de edad, tenía ganas de crecer, creo que los cambios siempre son muy buenos, adaptarnos a distintas etapas de uno, y la música, creo que el hecho de que me tocara un año completamente fuera de la música, me dio como otra perspectiva y tranquilidad; creo que en ‘Amor Supremo’ estoy representando lo que soy”, expresó en entrevista la cantautora.
“Este disco lo trabajé con Alejandro y Demián Jiménez, nuevamente sonidos que yo ya había experimentado con una banda de Tecate que tenía antes, en realidad fue como regresar a la raíz, es más maduro y mucho más… no sé, definitivamente no quería que me encasillaran con la guitarra acústica toda mi vida, quería sentirme con la libertad de experimentar otros sonidos”.
Con emociones, maneras y palabras distintas, la autora de los álbumes “Déjenme Llorar” por el que obtuvo dos Grammy Latino, además de los CDs y EPs “Aprendiendo a Aprender”, “Mientras Tú Dormías” y “Jugando en Serio”, conquistó el Vive Latino como nunca antes, donde se enfrentó a más de 30 mil melómanos en un escenario alterno al principal, compartiendo el templete con Gil Cerezo, vocalista del grupo regiomontano Kinky, puntualizando su propio reinvento musical, letrístico y personal, con un ensamble exquisito con el que reaparecerá el próximo 13 de mayo en Lob Bar, de Bol-Bol, y el 14 en las instalaciones de Black Box, en Tijuana.
Sobre la nueva instrumentación, Morrison dio su explicación a ZETA: “Creo es algo que ya venía dentro de mí, estuve como tres años de gira con el disco ‘Déjenme Llorar’, y definitivamente hubo muchos cambios en mi persona, y yo ya tenía una idea para mi nueva faceta de mi música, al año de estar de gira ya la planeaba, fue como natural entrar a ese sonido, aparte que mi experiencia personal y espiritual estaba cambiando mucho, quería que el disco fuera una experiencia completamente diferente, no sólo las letras, sino en cuanto a los sonidos; que fuera un viaje escucharlos, que cuando la gente lo escuchara tuviera un viaje interno, que fuera más sensorial”, apuntó.
Referente a temas sociales y políticos, Carla Morrison dejó su mensaje luego de su participación en el “Vive” hace unos días, en donde como persona de frontera, habló de Donald Trump, y como mujer, de la marcha multitudinaria realizada el 24 de abril en todo el país, en contra del acoso hacia el sexo femenino. Del primer tema dijo que es una pena que existan personas como el precandidato a la Presidencia de Estados Unidos:
“Donald Trump es una persona que no tiene valores y no tiene principios, es una persona que da vergüenza, me da pena que exista, y que la gente lo siga, creo que como mexicanos en Estados Unidos tenemos que unirnos y ayudar a que otros latinos que están a favor (de sus propuestas), hacerlos entender que no sólo debemos pensar en los problemas que engloban al país, sino en los valores básicos, y esta persona no los tiene, entonces para nada estoy a favor de él. Me molesta cada vez que veo algo de él, aparte es machista, racista, es horrible, no estoy de acuerdo con él; le pido a Dios que no quede él, porque podría ser Presidente de un primer mundo, y no me cabe en la cabeza que vaya a ganar”.
Respecto a la marcha comentó: “No me gusta el machismo, nuestro país es muy machista, no estoy nada a favor de eso, aunque la gente me ataca en las redes sociales, y las mismas mujeres son parte de eso, es muy triste porque no se dan cuenta que nos tenemos que unir como mujeres, y que tenemos mucho que ofrecer, tenemos las mismas capacidades que el hombre, (además) creamos vida, es otro nivel, pero se han empeñado a hacernos menos, sólo tenemos que aprender a cambiar ese switch y una nueva era va a comenzar. Creo que estamos en esa transición, muchos hombres están a favor del feminismo, y el feminismo es tener esos valores, no es ser más morra, es que seamos iguales”.
Y concluyó:
“Yo estoy complemente a favor de que se nos trate mejor y con respeto, no sólo en la música, sino en la vida normal, como mamás, maestras, médicas, y que nosotros nos demos ese valor y exijamos respeto”.