Las contiendas que definirán a gobernadores, alcaldes y demás autoridades locales están pasando por la última etapa de campaña. Es en esta parte donde el voto indeciso pone mayor atención sobre lo que dicen los partidos políticos, en especial sus candidatos.
Desafortunadamente lo único que escuchamos de las campañas son las descalificaciones. A nivel estatal vemos que los ataques no cesan principalmente en Veracruz y Tamaulipas; aunque en todos los lugares se están presentando las llamadas “campañas negras”. Municipios como Mexicali y Tijuana no son la excepción entre otras importantes ciudades.
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Los ataques se originan por todas las vías pero principalmente en las redes sociales. En Veracruz unos a otros se acusan de corruptos, transas, pederastas, y eso que el candidato del PAN y de PRI son primos hermanos, si no quién sabe de qué otras “linduras” se estarían atacando. En Tamaulipas el tema de la relación con el narco es utilizado sin importar quien diga la verdad.
Lo contradictorio de este tipo de estrategias (campañas negras) es que benefician principalmente al abstencionismo e inmediatamente después a quien ocupa el tercer lugar, ya que estos últimos se presentan como una opción diferente de quienes se están “dando con todo”.
Lo que más llama la atención de las descalificaciones es que la gran mayoría son mentiras o rayan en la ilegalidad. Por ejemplo: el espionaje telefónico o fotos falsas que pretenden involucrar a candidatos con el narco.
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Ante este escenario tan lamentable de insultos y ataques en los medios de comunicación surge una pregunta: ¿dónde está el árbitro de la contienda? ¿No se supone que tenemos organismos electorales que tienen como objetivo no solo organizar elecciones sino velar porque se desarrollen bajo en ambiente de sana competencia? Las autoridades locales y federales están verdaderamente ausentes de este proceso electoral.
Su ausencia me parece puede compararse a un partido de futbol donde los equipos se reparten patadas arteras, golpes en el rostro, mentadas de madre y el árbitro del juego declara que solo le corresponde contar los goles por lo que no puede sancionar a quien comete alguna falta al reglamento.
Las autoridades electorales locales y federal no solo deben de servir para contar los votos, si así fuese entonces nos están saliendo muy caros, en lugar de tantos grillos en esos puestos mejor contratemos a contadores públicos profesionales y se acabó el problema.
¿Dónde están los tribunales locales y federal ante la ola de descalificaciones a la vista de todos? Seguro afirmarán que solo se actúa sobre alguna denuncia en específico, si dicha denuncia no se presenta entonces no hay delito, lo anterior me parece lamentable por decir lo menos.
Además es increíble que en nuestro país quien es acusado tiene que probar su inocencia mas no el que difama. Es el mundo al revés.
De qué sirven las reformas electorales si no se garantiza contiendas a la altura de los ciudadanos. Hace unos meses escribía que aquellos que aspiraban a ser candidatos de elección popular deberían de tener cuidado con todo aquello que pudiera ser sujeto de ataque de sus rivales. Hoy se confirma que de no ser por las “campañas negras” realmente no conoceríamos lo que están haciendo los candidatos.
La autoridad electoral cualquiera que ésta sea debe dejar a un lado la simulación y actuar en consecuencia. Es insultante que no se den cuenta que permitir este tipo de campañas solo desalientan al electorado además de dejar a la población dividida y con grandes resentimientos. Al paso que vamos habrá dos ganadores: el abstencionismo y el “estamos hasta la madre” de todos los partidos políticos.
Alejandro Caso Niebla es consultor en políticas públicas, comunicación y campañas; se ha desempeñado como vocero en la Secretaría de Hacienda y Secretaría de Desarrollo Social en el Gobierno Federal así como como Director de medios en la Presidencia de la República. También fungió como Director de Comunicación Social en el Gobierno del Estado de Baja California. @CasoAlejandro alejandro@caudae.com
