El Gobierno de Ecuador declaró hoy el Estado de Excepción tras el terremoto que causó al menos 28 muertos y que, según el vicepresidente de la nación, Jorge Glas, fue de 7.6 grados de magnitud en la escala abierta de Richter.
Glas indicó que no se ha declarado alerta de tsunami, pero sí una “alerta de movilización” preventiva para que los ciudadanos se alejen de la costa en las provincias de Santa Elena, Manabí y Esmeraldas.
De ese total, 16 personas fallecieron en la ciudad de Porto Viejo, diez en Manta y dos en la provincia de Guayas, según los reportes preliminares.
El epicentro del temblor se situó entre las localidades de Cojimíes y Pedernales, en la zona norte de la provincia de Manabí (noroeste) y tuvo lugar a las 18.58 hora local (23.58 GMT).
Según el técnico de este organismo Hugo Yepes., el movimiento sísmico tiene relación con la zona de contacto entre las placas de Nazca y Sudamericana, donde se generan frecuentemente terremotos, por lo que “era el sitio más probable” para que ocurriera.
La decisión de decretar el Estado de Excepción se adoptó para garantizar el orden, de modo que se pueda movilizar la fuerza pública para la seguridad de los ciudadanos y los bienes, dijo.
Glas indicó, por otro lado, que se ha declarado en situación de emergencia a las provincias de Santa Elena, Manabí, Esmeraldas, Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos.
Explicó que en zonas de algunas ciudades no hay suministro eléctrico, por lo que se trabaja en su restablecimiento paulatino y que en algunos centros de detención, que no precisó, se han detectado problemas en la infraestructura, por lo que “están siendo atendidos debidamente por la fuerza pública”.
La Policía Nacional y las Fuerzas Armadas han sido movilizadas “para precautelar (cuidar) el orden público”, agregó, y dijo que se han activado fondos contingentes ante lo ocurrido.
El vicepresidente hizo un llamado a la calma de los ciudadanos y dijo que es el momento de mantener la “unidad” y la “máxima cautela”. ZETA/SinEmbargo
