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jueves, febrero 22, 2024
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¿La política exterior mexicana a la deriva?

Nuestro país se ha caracterizado desde el inicio del siglo XX, de haber tenido una política exterior independiente de los Estados Unidos y siempre a favor del respeto al derecho internacional y la autodeterminación de los pueblos.

En los años treinta del siglo pasado fue el único país que se pronunció en la Liga de Naciones en contra de la invasión de Etiopía por las tropas del Duce, Benito Mussolini. Qué decir de la vigorosa actitud del Presidente Cárdenas, de apoyo a la República española y a los refugiados de ese país. Fue también México de los pocos países que condenaron la anexión de Austria a Alemania.


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En el pasado nuestra política internacional fue siempre vigorosa y respetada. En los años 70 gracias al empuje, conocimiento y respeto que le tenían a nuestro país, a través del Embajador Jorge Castañeda, padre del actual político independiente y Canciller con el Presidente Fox, nuestro país fue líder en la tercera conferencia sobre el Mar, donde las tesis Mexicanas sobre la zona económica exclusiva de 200 millas, le dio a nuestro país control sobre grandes y vastas zonas de recursos del Mar. Nadie sabía más del Derecho del Mar que el Embajador Castañeda.

Con el Embajador Alfonso García Robles, también Canciller de México, nuestra postura sobre la no proliferación de armas nucleares fue la base para la actual política mundial sobre el tema. Era tan alto el respeto internacional a García Robles, que fue candidato al premio Nobel de La Paz.

Cuando los problemas de Centroamérica, México fue el ideólogo e impulsor del grupo de Contadora, a través de la postura del Canciller de México Bernardo Sepúlveda, quien contribuyó de manera central a la pacificación de la región. El grupo de los no alineados, impulsado por México y Yugoslavia, cumplió un papel fundamental para no caer atrapado en los conflictos de los dos bloques hegemónicos, el norteamericano y el soviético.


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Fue también nuestro país quien lideró la lucha de los países del tercer mundo, frente a los ricos, en famoso Diálogo Norte-Sur, donde tanto Sepúlveda, como mi amiga y compañera senadora, también canciller de México, Rosario Green, fueron dos pilares extraordinarios en los acuerdos de este importante ejercicio internacional.

De manera deliberada he dejado fuera el Tema de Cuba, México fue siempre el defensor de Cuba, de su autodeterminación y el derecho a ser diferente. Nosotros siempre nos negamos a romper relaciones con el gobierno de la isla, aun cuando hubo gobiernos tan de derecha como los de Ruiz Cortines o el de Díaz Ordaz, siempre mantuvimos el apoyo a los cubanos. Ni Fox ni Calderón abandonaron esta posición internacional de nuestro país, aunque el Canciller Jorge Castañeda jr., en la época a foxiana intentó cambiar en Ginebra esta posición, me tocó como diputado en la LVIII legislatura encabezar un movimiento, junto con Martínez Veloz, para rechazar la postura del gobierno federal panista y mantener la misma línea internacional.

¿Qué ha pasado entonces, dónde perdimos la brújula? ¿Dónde están los grandes internacionalistas? ¿Dónde están las tesis nuevas de las relaciones internacionales? Conozco a Claudia Ruiz Massieu, actual Canciller de México, es mi amiga, fui muy amigo de su padre. Es estudiosa y seria. Es académica y política, es una mujer responsable, pero nunca ha sido internacionalista ni conoce el mundo internacional, ni la conocen a ella. Vean el gran papelazo en el caso cubano. Nosotros siempre los apoyamos, nunca a pesar de la presión norteamericana rompimos con la isla, petróleo, deportes, etcétera, siempre los respaldamos. Y ahora que hasta Obama y los Rolling Stones, han estado en Cuba, han invitado a varios países de la región a visitarlos, pero ningún reconocimiento a México, ninguna mención al amigo que nunca los abandonó. Nadie dice o hace nada al respecto ni les recuerda a los cubanos nuestro apoyo de siempre.

En el caso de los Estados Unidos, otra regada. Mandaron de embajador a un tipo que no era adecuado para el cargo. Miguel Basáñez. Ah, claro, era el antiguo secretario de Alfredo del Mazo, tío del Presidente y líder del grupo Atlacomulco, nadie observó la falta de aptitudes para tan importante cargo. El Senado se la tragó toda y ni pío dijo. Lo ratificaron como embajador, a pesar de no tener los atributos para un buen desempeño. Basáñez fue a Estados Unidos y puras regadas, se metió a opinar, a mentir, decir que habría un fondo para ayudar a los mexicanos a que se hicieran ciudadanos gringos y claro, ¡pácatelas!, lo despidieron. ¿Qué nadie previó este ridículo? ¿Dónde estaba la Canciller?, que no le dijo al Presidente, señor, jefe, o patrón, su amigo no era adecuado para el cargo; nada, absolutamente nada le dijeron al Presidente.

El Embajador ante Washington debe ser un hombre o mujer con alto reconocimiento internacional, que sepa de las relaciones binacionales, que conozca la política norteamericana, que sepa moverse en el mundo de Washington, sobre todo el del Congreso, que es otro poder real en la vida norteamericana. De ahí que desde hace muchos años he propuesto que haya otro embajador alterno, únicamente para tratar con los senadores y diputados norteamericanos.

Hoy están proponiendo a otra persona, que tiene respeto por su trabajo como cónsul en varios lugares de Estados Unidos, me dicen que ha sido exitoso en la protección de los derechos de los mexicanos en ese país. Otro error, no es el perfil del embajador ante los gringos, para eso son los cónsules, no el embajador, éste debe contribuir a un mejor entendimiento con los políticos de aquel país, con la prensa, con el Presidente, con el congreso norteamericano, con los banqueros y financieros.

Pero si la Canciller no sabe cuál es el fundamento de nuestra política internacional, de nuestras posturas independientes frente a los Estados Unidos, no obstante la enorme relación comercial con ellos y de lo complicado de la agenda bilateral y multilateral, menos lo sabrá el embajador. Claro el Senado hará un show de su ratificación y lo aprobará de inmediato. Cómo decirle que no al Presidente. Así de mal andamos.

Amador Rodríguez Lozano, potosino radicado en Baja California. Fue Senador, Diputado Federal y Ministro de Justicia del Estado de Chiapas.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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