Dos obreros mexicanos ascendieron al piso más alto de la nueva torre Trump International Hotel & Tower en Vancouver, Canadá, para colocar una bandera de nuestro país, y así demostrarle al magnate estadounidense de bienes raíces, Donald Trump, cuánto se benefician él y sus empresas con el trabajo de los mexicanos.
Los obreros, Diego Saúl Reyna, originario de Chiapas, y Alfonso Ramos, de Cancún, posaron para tomarse fotos enseñando músculo con la bandera mexicana de fondo, y las imágenes se hicieron virales a través de las redes sociales.
“¿Por qué puse una bandera mexicana en el piso más alto de la torre Trump de Vancouver?”, preguntó Reyna a través de un breve mensaje escrito en inglés y publicado en su perfil de Facebook.
“Porque desde la cimentación, acabado, la colocación de paredes, el trabajo de madera y labores en general, los mexicanos estuvieron aquí, construyéndolo, haciendo un buen trabajo”, argumentó el obrero chiapaneco.
“Los comentarios que Trump hace de nosotros no nos impidieron hacer el trabajo de alta calidad que siempre hemos hecho en nuestra patria o cuando emigramos a Estados Unidos/Canadá”, aseguró Reyna.
El mensaje, subido el pasado 2 de abril, es una transcripción de lo que se dice en un video también publicado en Facebook, en el que aparece Reyna junto con Ramos.
“Señor Trump, hicimos nuestro mejor trabajo, su torre aquí en Vancouver es de calidad premium, y somos parte crucial de ella, no solo mexicanos, sino inmigrantes en general, como sus ancestros fueron, usted no es nativo americano, los insultos que ha dicho sobre nosotros no han cambiado nuestra ética laboral”, señaló Reyna.
“Mientras trabajamos en su torre no robamos nada ni violamos a nadie, solo hicimos el mejor trabajo que pudimos, por nosotros, por nuestras familias y los futuros ocupantes de su edificio”, concluyó el mensaje del joven obrero mexicano.
Reyna, quien adquirió la ciudadanía canadiense el año pasado, contó al diario Times Colonist que estaba dudoso de colocar la bandera, tal como lo hizo el pasado sábado.
Primero tomó el elevador hasta el piso 20, que aún está en construcción. Vistiendo un casco y botas, subió por las escaleras el resto de los 63 pisos.
El chiapaneco que ya no trabaja en el edificio, pero participó para colocar la estructura de acero. Además, dijo al rotativo local, que tiene muchos amigos trabajando ahí: mexicanos y musulmanes.
“Amigos de todas la religiones y razas. Se sentían muy lastimados [por los comentarios de Trump]. La atmósfera de trabajo es muy canadiense, pero no pueden evitarlo cuando entran y hay un letrero gigante que dice Trump y cuando abren los periódicos y ven todas las historias”, declaró.
“Hice esto como contraataque a todas sus declaraciones acerca de mexicanos y musulmanes. La última vez fue contra las mujeres. No puede insultar a las personas de las que se está beneficiando”, concluyó Reyna.