Entre las declaraciones de la precandidata presidencial Hillary Clinton, la “localización” de los 41 casquillos amontonados en el basurero de Cocula y lo divulgado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre el trabajo del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI); el caso Ayotzinapa sigue acaparando titulares.
Primero CIDH anunció que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) no puede seguir investigando la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa ante la negativa del Gobierno mexicano. Pero anunció, que seguirá el caso con un nuevo “mecanismo especial” hasta que se descubra la verdad. La CIDH dijo que consultará con el Estado mexicano y las familias de las víctimas para determinar los términos específicos que guiará este mecanismo de seguimiento especial.
En Nueva York, la precandidata presidencial del Partido Demócrata, Hillary Clinton, calificó de “indignante” que el caso de los 43 normalistas siga sin solución, por lo que sugirió que el gobierno mexicano no ha hecho lo suficiente para esclarecer lo sucedido en Iguala, Guerrero el 26 de septiembre de 2014.
“Es algo indignante. Si yo estuviese en el gobierno mexicano, no descansaría hasta descubrir lo que pasó con esos 43 jóvenes. Su secuestro fue una terrible violación de la ley”.
Más adelante dijo: “Es algo por lo que todos en México deberían unirse, para encontrar respuestas. Si hubiese algo que Estados Unidos podría hacer para ayudar, yo sería la primera en ofrecerlo”, enfatizó Clinton, al reconocer la “angustia” de los padres y familiares de las víctimas que exigen la verdad.
Mientras que el miércoles 20 de abril, se difundiera que en el basurero de Cocula, en donde supuestamente fueron incinerados los cuerpos de los 43 normalistas y de la cual ya se había analizado, aparecieron 41 casquillos amontonados, reveló el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), al detectar irregularidades en la investigación de la Procuraduría General de la República (PGR). El EAAF concluyó, tras más de un año de trabajo científico independiente sobre la evidencia física recolectada y analizada proveniente del Basurero de Cocula, que no es posible que los presuntos perpetradores hayan incinerado en ese lugar a los 43 jóvenes, pues no hay consistencia entre la evidencia física y la evidencia testimonial. En el marco de la investigación sobre el caso Iguala, el Equipo Forense hizo público este día su peritaje en el cual se da cuenta de otras irregularidades en la recolección de evidencia. El documento, difundido en su totalidad, menciona que en la diligencia del 15 de noviembre del 2014 realizada por la PGR y la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) y por peritos de la Coordinación General de Servicios Periciales (CGSP) de PGR se hallaron 42 casquillos, 41 de ellos juntos, en una zona ya inspeccionada por ambos grupos de peritos entre el 27 de octubre y el 6 de noviembre del 2014 y en un lugar entre dos rocas de uso continuo por ambos equipos. “El hecho de que los 41 casquillos hayan sido hallados todos juntos debajo o según aparece en el video de la CGSP de PGR entre dos piedras, deja en clara evidencia que la ubicación de los mismos no es producto de la disposición que debería darse al ser eyectados o extraídos de un arma de fuego que fuera disparada en el lugar, sino que estos fueron colocados por alguna persona en ese lugar, que es la única forma en que 41 casquillos percutidos por la misma arma, como fuera informado en el Dictamen del Departamento de Balística, puedan quedar amontonados todos juntos entre las piedras en un mismo lugar”, planteó el Equipo Argentino de Antropología Forense en su peritaje de febrero pasado.