Los empresarios mexicanos Rodríguez Borgio, cuyo grupo gasolinero supuestamente lavaba dinero de la venta los hidrocarburos en sus casinos, figuran entre la lista divulgada el pasado domingo, los conocidos como los Panama Papers, de diversos personajes cuyos activos financieros estaban protegidas por una empresa panameña llamada Mossack Fonseca, que colocaba su riqueza en paraísos fiscales.
La cadena estadounidense Univisión, uno de los cientos de medios convocados por el Consorcio Internacional de Periodistas Investigadores (ICIJ), para indagar sobre los archivos filtrados del despacho panameño, asegura que los mexicanos Óscar y Francisco Javier Rodríguez Borgio, clientes de la firma, estaban siendo protegidos por la misma, ante las notas periodísticas que, basándose en autoridades federales y estatales de México, implicaban a los hermanos en supuestas operaciones de lavado de dinero y compra de combustible robado.
Según la televisora, que tuvo acceso a los cientos de miles de correos de los Panama Papers, un representante de la oficina de Miami, adonde los hermanos habían acudido en busca de los servicios de Mossack Fonseca, dijo al encargado de lavado de dinero del despacho panameño que no molestara más a su cliente con estas noticias.
“El lenguaje de respuesta refleja la cultura que ha permitido a muchos clientes de Mossack Fonseca organizar sus complejos entramados de sociedades sin dar mayores explicaciones de su pasado ni ser incomodados en el presente”, indica la cadena estadounidense en su reportaje.
Millones de documentos y correos electrónicos de la firma a los que tuvo acceso Univisión, muestran que muchos de los clientes que tocaron a sus puertas, fueron aprobados sin mayor escrutinio pese a que afrontaban investigaciones criminales, habían sido condenados por diferentes delitos o eran personas que por sus posiciones políticas requerían mayores filtros.
Según la investigación periodística en la lista de los beneficiados con las estructuraciones de sociedades de Mossack Fonseca, hay personas ligadas a operaciones de narcotráfico, lavado de activos, fraudes financieros, corrupción, estafa y pedofilia. También magnates interesados en evadir impuestos. Sin embargo, ayer la firma panameña se negó rotundamente que se prestara a este tipo de maniobras criminales.
“Durante más de 40 años Mossack Fonseca ha operado sin ningún reproche. Nuestra firma nunca ha sido acusada o enfrentado cargos con ninguna acción criminal”, respondió el despacho a través de en un comunicado de prensa.
En el caso de los Rodríguez Borgio, Mossack Fonseca simuló poner trabas al negocio con los empresarios. El expediente de los hermanos en el bufete de abogados está colmado de cuestionamientos a su reputación. Sin embargo, en la cadena de mensajes consultados por Univisión, no figura ninguna decisión en firme de suspender la relación.
Los Rodríguez Borgio son propietarios del Grupo Gasolinero México (GGM) y de los casinos Big Bola, la cadena de casas de juego con mayores ganancias en México en 2014, por 323 millones de dólares, de acuerdo con una solicitud de información hecha por la revista Contralínea.
Los documentos indagados por el medio estadounidense muestran que desde junio de 2011 los hermanos usaron los servicios de Mossack Fonseca. Francisco Javier aparece firmando una autorización el 24 de octubre para que alguien, cuyo nombre fue dejado en blanco, actuara como director de la firma Linard Consultants Inc. con sede en las Islas Vírgenes Británicas.
Francisco Javier dijo a Univisón, vía telefónica, que no recuerda con precisión a la sociedad Linard Consultants Inc. En un momento dijo que no existía y en otro que nunca llegó a funcionar. “Usted me está poniendo entre la espada y la pared para que recuerde algo que ocurrió hace cinco años”, reclamó Francisco Javier.
En cuanto a las investigaciones del gobierno de México por el supuesto lavado de dinero, explicó que solo estuvieron abiertas entre febrero y mayo de 2014 hasta que el caso “fue cerrado”.
“Tengo 22 casinos en México, usted me dirá, si gobernación tuviera alguna duda, no tendría abierto ninguno”, agregó. “Es un pasado que yo ya lo borré”, enfatizó el empresario.
Para la fecha en que tocaron las puertas de Mossack Fonseca, los empresarios mexicanos ya estaban en problemas, dice Univisión. A pesar de esto, en noviembre de 2015 el departamento para prevenir el lavado de dinero de Mossack Fonseca cerró su “proceso de verificación” sobre los hermanos Rodríguez Borgio.
A mediados de 2011, cuando el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa puso en la mira a las casas de juego a raíz del ataque narcoterrorista al casino Royale de Monterrey, en el cual murieron 52 personas, las autoridades encontraron que la licencia de la empresa Comercial de Juegos de la Frontera, propiedad de Francisco Javier, no estaba en regla.
Se sospechaba que el documento había sido alterado, según lo informó en septiembre el diario El Universal. Un año después, la Procuraduría General de la República (PGR) anunció que había abierto una investigación contra los hermanos por la compra de combustible robado a Petróleos Mexicanos (Pemex) a través de su cadena de 60 gasolineras. Sin embargo, en 2014 la prensa mexicana publicó que ellos habían vendido este grupo.
La PGR se enteró de que GGM presuntamente participaba en el esquema luego del arresto de un grupo de sospechosos de “ordeñar” combustible a los ductos de la estatal empresa de petróleos Pemex en San Juan del Río y Huimilpan, estado de Querétaro. De acuerdo con el diario El Norte, algunos de los detenidos confesaron que le vendían el combustible a GGM.
Univisión dice que el 30 de enero de 2012 Mossack Fonseca incorporó Fairhaven Trading Resources Limited en las Islas Vírgenes Británicas. Los registros del despacho indican que el giro de la empresa eran los bienes raíces, pero Mossack pedía información para conocer en qué países se conducían sus negocios, a juzgar por un correo electrónico enviado por el departamento de corporaciones a la oficina de MF Corporate Services International en Miami, que operó como intermediaria ante la sede principal de Panamá.
Tres semanas después de que se registró esta compañía en la cual los hermanos compartían las acciones, la PGR allanó las oficinas del grupo gasolinero en México. La investigación avanzó y llegó a un punto en el que se descubrió que había un posible vínculo entre los casinos y las gasolineras. Según informó a los medios la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), el grupo gasolinero lavaba dinero de la venta los hidrocarburos en los casinos.
Los artículos de prensa al respecto llegaron a conocimiento del departamento de cumplimiento de Mossack Fonseca encargado de hacer la revisión de los clientes a través de un software que busca los antecedentes de las personas.
La mayoría de los informes y solicitudes de explicaciones están firmados por Velásquez y Carolyne Castañeda del Departamento de Cumplimiento de Mossack Fonseca en Panamá, indica el medio estadounidense que realizó la investigación.
Entre 2012 y 2015, Velásquez solicitó información de los Rodríguez a la oficina de Miami. Sin embargo, una revisión del contenido y las fechas de la correspondencia refleja que en esa oficina, a cargo de Olga Santini, no parecía haber preocupación ni urgencia por aclarar los antecedentes de los empresarios, dice Univisión.
Univisión asegura que uno de los hermanos, Francisco, lleva una agitada vida social en España. La revista Hola publicó en noviembre de 2013 fotos de su boda en una finca que pertenecía a la familia del magnate de los medios de Estados Unidos William Randolph Hearst. Entre los invitados se encontraba el hijo del ex presidente de México, Ernesto Zedillo junior.