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viernes, octubre 4, 2024
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El arte de Sergio Pitol

Finalmente Sergio Pitol ganó uno de las distinciones que le faltaba en el mundo hispanoparlante: El Comité Organizador del Premio Internacional Alfonso Reyes anunció el lunes 28 de marzo que Pitol mereció dicho reconocimiento en su emisión 2015 “en virtud de sus valiosas aportaciones culturales, artísticas y literarias, así como por su amplia trayectoria”.

Coleccionista de reconocimientos como el Premio Xavier Villaurrutia 1981, el Latinoamericano de Narrativa Colima 1982, Herralde de Novela 1984, Anual de la Asociación Polaca de Cultura Europea 1987, Nacional de Literatura y Lingüística 1993, Mazatlán de Literatura 1996, de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo 1999, Medalla Bellas Artes 2008 y, por supuesto, el Premio Cervantes 2005.

Afortunadamente, el Fondo de Cultura Económica (FCE) congrega la obra de Sergio Pitol en cinco volúmenes: “Obras reunidas I. El tañido de una flauta, Juegos florales”, “Obras reunidas II. El desfile del amor, Domar a la divina garza, La vida conyugal”, “Obras reunidas III. Cuentos y relatos”, “Obras reunidas IV. Escritos autobiográficos” y “Obras reunidas V: Ensayos”.

Su obra ha sido traducida al francés, alemán, italiano, polaco, húngaro, holandés, ruso, portugués y chino. Además, ha aproximado al español a autores como Henry James, Joseph Conrad, Robert Graves, Jane Austen, Witold Gombrowicz, Alexander Zeromsky, Kazimierz Brandys, Jerzy Andrzejewski y Bruno Schulz.

En “El arte de la fuga” (Anagrama, 1997), una de sus obras maestras, Sergio Pitol sentenció:

“Reírse de ellos, ridiculizarlos, hacerlos sentir desamparados; sólo así podría cambiar algo. Una labor de Sísifo, sí, pero vale la pena emprenderla y, además, reduce la monotonía de la vida. Si resulta imposible humanizar esos rostros de hormigón armado que los políticos aspiran a adquirir desde su primer pinche puestecito, al menos se podría lograr hacer visibles algunas craqueladuras. Los jóvenes están hasta la madre de tanta tontería, ya ni siquiera se asoman al Museo de Antropología para no ver reproducidos en la Coatlicue los hieráticos gestos de sus dirigentes. Es necesario que todo el mundo aprenda a reírse de esos monigotes ridículos y siniestros que dirigen a la nación como si por su boca se expresara la historia, no la viva, eso nunca, sino la que ellos han embalsamado. Cualquier novedad los amedrenta”.

Sergio Pitol nació en Puebla, Puebla, el 18 de marzo de 1933 y actualmente radica en Xalapa, Veracruz, ciudad donde recibirá próximamente su Premio Internacional Alfonso Reyes.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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