Al igual que PEMEX, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) reportó pérdidas 93 mil 912 millones de pesos, el doble de lo registrado en 2014, según estimaciones de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), panorama complicado con la apertura a empresas de capital extranjero, lograda tras la reforma energética en el presente sexenio, ya que la paraestatal contará con competencia en materia de producción de energía eléctrica en el país.
La mayor parte de las perdidas corresponde a pasivos laborales, declaró el Director de la ex paraestatal, Enrique Ochoa Reza, contabilizándose en 620 mil millones de pesos en pagos de jubilaciones y pensiones, registrando este rubro un crecimiento del 18.5 por ciento durante 2015 respecto a 2014.
“Lo que se genera es mayor incertidumbre… Es una deuda que tiene muchas implicaciones (…) independientemente de que el Gobierno federal lo absorbiera o no, este pasivo dejaría fuera de competencia a estas empresas”, dijo el Senador Jorge Luis Lavalle Maury, integrante de las comisiones de Hacienda y Energía en la Cámara Alta.
En 2014, el Gobierno Federal rescató parte de este pasivo absorbiéndolo, condicionando a PEMEX a lograr un acuerdo con el sindicato de la entonces paraestatal para lograr modificaciones al contrato colectivo de trabajo en espacio de un año. A la fecha, dicho acuerdo no se ha logrado.
La dirigencia del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) publicó en febrero pasado una carta en que pedía a sus representantes y agremiados no presentarse en “reuniones de trabajo en donde se planteen supuestas modificaciones a los métodos de trabajo y/o estructuras organizacionales de la Comisión Federal de Electricidad”.