El costo al erario público de tener al Ejército en las calles es de 2 mil 811 millones de pesos anuales, de acuerdo con datos obtenidos por el último informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
“En 2014, el Gobierno federal autorizó en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2014 la inclusión del programa presupuestario A004, con un importe de 2,811,277.4 miles de pesos, para atender las solicitudes de apoyo en funciones de seguridad pública, y adiestrar al personal de las policías militar y fuerzas especiales, a fin de lograr un México en paz”, indica el documento elaborado por la ASF.
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El Ejército tuvo que salir de lleno a las calles, incluso con sus tropas de élite, para aplacar un poco la violencia, ante el lento proceso de reestructuración de los cuerpos policiales locales. Durante todo 2014, el Ejército atendió los llamados de apoyo de Michoacán, Nuevo León, Tamaulipas y Durango, con el despliegue de 3 mil 978 elementos militares.
De acuerdo con el diario Reforma, para cumplir esas metas, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tuvo que capacitar a mil 745 elementos de la Policía Militar y a mil 708 de las Fuerzas Especiales en materia de seguridad pública, en cursos intensivos de sólo 30 días.
De acuerdo con el informe de la ASF, en el periodo 2007-2013 la Sedena realizó operativos en las 32 entidades federativas, los cuales se incrementaron en 372.7 por ciento, al pasar de 11 en 2007 a 52 en 2013.
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El número de elementos militares desplegados en promedio mensual se incrementó en 69.9 por ciento, al pasar de 45 mil 085 elementos militares desplegados en promedio en 2007 a 76 mil 613 en 2013.
El Ejército formó, además, 267 bases de operaciones mixtas en 26 estados y 7 operaciones para erradicar plantíos de enervantes, asegurar vehículos, armas y dinero de procedencia ilícita y detener a los presuntos responsables, a fin de mantener la seguridad de la población y reducir la violencia, mientras que los cuerpos policiales de la República concluyen su proceso de consolidación y reestructuración.
En opinión de la ASF, las acciones que la Sedena realizó en 2014, por medio del programa presupuestario A004 de Seguridad Pública, cumplieron sus objetivos de atender al 100 por ciento las solicitudes de apoyo a la función de seguridad pública en cuatro entidades federativas.
La ONU pidió al Estado mexicano que el Ejército saliera de las calles
En octubre del 2015, durante su visita en México, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, recomendó al Estado mexicano relevar al Ejército de las actividades de las labores policiacas de seguridad pública.
En su opinión, Al Hussein consideró las recientes acusaciones de agresiones de la milicia a civiles, por lo que sugirió al país “adoptar un cronograma para el retiro de las fuerzas militares de las funciones de seguridad pública”.
El diplomático afirmó entonces, que sostuvo reuniones con los ministros de Defensa y de la Marina, quienes le expresaron que estaban de acuerdo con la sugerencia, ya que, según él, afirmaron que “no se sienten a gusto” realizado labores de seguridad pública, “porque a ningún Ejército le gusta hacer de policía”.
En 2006, al asumir el poder en el Gobierno federal, el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa ordenó una guerra contra el narcotráfico en la que participaron las Fuerzas Armadas mexicanas, lo que provocó, según organizaciones civiles, un repunte en la violencia que dejó más de 80 mil muertos y al menos 23 mil desaparecidos.
El Alto Comisionado también sugirió fortalecer la actuación de las fiscalías y procuradurías para asegurar que las investigaciones en torno a violaciones a derechos humanos se realicen apropiadamente. Además, recomendó capacitar a las policías para que realicen su trabajo de una manera más eficiente.
