Miles de brasileños participaron hoy de marchas en Brasil para protestas contra del gobierno de Dilma Rousseff y el expresidente Luis Inácio Lula Da Silva en torno a las investigaciones judiciales sobre la corrupción de Petrobras.
Las estimaciones oficiales y de organizadores consideran que en Río hay cerca de medio millón de personas, mientras que en Brasilia hay unos 100 mil manifestantes.
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Vestidos con camisetas de la selección nacional de fútbol y con banderas brasileñas en mano los inconformes teñían las calles de las principales ciudades de verde y amarillo, convocados por grupos civiles como Movimiento Brasil Libre y Vem Pra Rua, respaldadas por los principales partidos de la oposición.
Se veían todo tipo de carteles responsabilizando al Partido de los Trabajadores (PT) por la recesión económica que sufre el país y por la crisis política que tiene en alerta al gobierno de Rousseff desde que inició su segundo mandato el año pasado.
Estuvieron presentes las alusiones en contra del ex mandatario Luis Inácio Lula Da Silva, a quien se le conoce como el padrino de la mandataria y quien en las últimas semanas ha sido muy señalado por el escándalo de sobornos en la petrolera estatal, y en respaldo del juez federal Sergio Moro, de Curitiba, quien lleva adelante el caso del “petrolão”.
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En Brasilia, más de 50 mil ciudadanos se reunían en la Explanada de los Ministerios, frente al Congreso, y cantaban el himno nacional, mientras que en Río de Janeiro, unos 20 mil cariocas bloqueaban la Avenida Atlántica, en Copacabana, gritando “¡Fuera Dilma!”. Actos similares se reprodujeron en Belo Horizonte, Salvador, Porto Alegre, Recife y Belem.
