En la última semana dos personas fueron privadas de su libertad en Puerto San Carlos. En La Paz, se registraron dos ataques armados. El cese del subprocurador de Investigaciones Especiales, Samgar Salvador Gómez Reyes, no fue suficiente para frenar la ola de violencia porque, según un integrante del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública, “desde la Policía Ministerial, protegen al grupo criminal subversivo”
La videograbación captó el momento preciso de la privación ilegal de la libertad.
Un sujeto de camisa y shorts cafés de aproximadamente 1.70 metros de altura camina tranquilamente por el boulevard Puerto La Paz, cuando tras llegar al cruce con la calle Puerto Loreto en la comunidad de Puerto San Carlos una camioneta color gris metálico y vidrios polarizados, repentinamente le cierra el paso.
Un sujeto robusto de pantalón negro y playera azul rey, con una funda de arma cruzada sobre su cuerpo, abre la puerta del lado del piloto, desciende y empuja al solitario caminante.
Con la puerta abierta, lo jala y trata de meterlo a la camioneta por la fuerza, pero el caminante se resiste, y el chofer entonces se le va encima hasta recostarlo en el asiento del lado izquierdo.
Por la puerta del lado derecho, el copiloto baja vestido con pantalón café caqui con camisa café claro, y camina hacia la puerta del lado izquierdo, mientras el único testigo observa y riega la tierra con una manguera.
En la puerta del lado izquierdo, el chofer y el caminante forcejean. El piloto trata de meterlo, y el otro, no se deja.
Cuando llega el copiloto de refuerzo, el chofer comienza a tirar puñetazos al caminante solitario. En total –y según la grabación del video– son cuatro, dos en el estómago y dos en la cara, y la víctima flaquea.
Entre los dos, piloto y copiloto, lo empujan y lo meten a la fuerza por la puerta izquierda.
El copiloto, corre a la puerta derecha, y el chofer, se baja, como tosiendo, se agacha y escupe, tiempo en el que la víctima, trata de salirse del vehículo, por lo que el piloto voltea y lo vuelve a empujar hacia adentro de la unidad automotriz.
Entonces, se pone una cachucha negra, y se sube y cierra la puerta, y la unidad avanza.
El joven levantado el pasado 21 de marzo –según las primeras investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE)– es Andrés Rojo Gómez, quien estaba relacionado en algunos robos a domicilio de ese campo pesquero.
El levantón de este joven de aproximadamente 25 años ha sido manejado con extremo sigilo por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), en virtud de que desde julio de 2015, opera el Nuevo Sistema de Justicia Penal, por lo que oficialmente no se informó si la víctima fue liberada o sigue en calidad desaparecido.
Lo que sí es que –según datos recabados por ZETA– éste es el segundo levantón registrado en ese campo pesquero localizado a escasos 60 kilómetros de Ciudad Constitución y cabecera del municipio de Comondú.
El primero ocurrió el día 20 de marzo, es decir, un día antes, cuando el presunto narcomenudista Pedro Mosqueda Torres –según testigos– fue levantado alrededor de las 3 de la madrugada por tripulantes de dos camionetas: una camioneta de color gris plateada, 4 puertas, línea Blazer y marca Chevrolet, y un pick up de color negro, dos puertas, tipo Cheyenne.
De la víctima no se supo nada hasta que una hora después, es decir, alrededor de las 6:55 de la mañana, apareció atropellado en las calles de Paseo Costero y Puerto Guaymas en Puerto San Carlos.
La PGJE informó oficialmente que “la víctima había fallecido víctima de una atropellamiento”, después de haber ingresado muy grave a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El perito diagnosticó: “traumatismo craneoencefálico, expuesta de masa encefálica”, y el cual falleció cuando era atendido en la clínica.
Sin embargo, de acuerdo a un hermano de la víctima, de 36 años, solicitó una investigación más a fondo, en virtud de que supo que su hermano había sido levantado, y tenía huellas de haber sido torturado y golpeado, cuando apareció atropellado.
La hipótesis que tiene el familiar es que “los criminales –después de haber torturado y golpeado a su consanguíneo– fueron y lo tiraron y enseguida le pasaron uno de los vehículos por encima para aparentar un supuesto atropellamiento en el caso de su familiar”.
Por temor a represalias no quiso proporcionar su nombre, pero puso en duda “el dictamen pericial de la PGJE”, porque “sospecho que fue homicidio, y no atropellamiento, como están haciendo creer”.
La ola de levantones en Puerto San Carlos, y según un integrante del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública de Baja California Sur, es producto de un evidente reacomodo entre los grupos criminales.
En el último mapa delictivo elaborado por autoridades federales y miliares, los grupos delictivos controlan las siguientes zonas:
1.- Las células criminales de “Los Mayitos”, controlan el territorio de Puerto San Carlos, Puerto Adolfo López Mateos, Ciudad Insurgentes y la zona norte de Comondú.
2.- Las células criminales de “Los Dámaso”, y sin una cabeza visible por el momento, manejan Ciudad Constitución.
En este reacomodo criminal, algunos de los grupos de los delictivos, y según reportes de inteligencia federales y militares, están recurriendo a presuntos levantones, a fin de calentarse el terreno entre ellos mismos, algunos sin éxito, como es el caso del hijo del agricultor Manuel Loya, quien pretendió ser privado de su libertad, pero alcanzó a huir de sus captores.
El afamado agricultor, es a la vez, propietario del negocio de venta de autos usados “El Meño”, localizado en pleno boulevard Olachea de Ciudad Constitución.
Los ataques
Mientras en el municipio de Comondú, el terreno comienza a calentarse –tras los reacomodos de grupos criminales–, en la ciudad de La Paz volvieron a registrarse dos hechos sangrientos en la última semana.
El primero ocurrió el pasado 19 de marzo, cuando alrededor de las 4 de la mañana, los vecinos de la colonia ampliación Antonio Navarro Rubio reportaron disparos de arma de fuego en un vivienda en el cruce de la calle Chiapas entre Durango y hermanos Flores Magón.
En el lugar resultó herido Eduardo Rodarte Perche o Carlos Eduardo Perche, quien presentaba dos heridas de bala en la pierna derecha, por lo que tuvo que ser trasladado al hospital general “Juan María Salvatierra”.
El segundo ataque ocurrió la noche del pasado 21 de marzo, cuando un grupo armado baleó una vivienda localizada en la calle de Nopoló entre Mar Bermejo y San Juan de la Costa en la colonia 8 de octubre en La Paz.
Los criminales –según testigos– andaban a bordo de un automóvil de color blanco, quienes después de dar dos vueltas por la cuadra, dispararon en contra del domicilio, y donde se supone vive un narcomenudista apodado “El Zumba”.
Los vecinos relataron que estaban viendo la televisión, cuando escucharon una serie de detonaciones, por lo que de inmediato se tiraron al piso y otros se fueron debajo de la cama. Luego de los disparos, únicamente escucharon el rechinido de un vehículo, y cuando salieron rápidamente, observaron a una unidad blanca huir a toda velocidad, con rumbo desconocido.
Fue entonces que empezaron a llegar patrullas de la policía municipal, ministerial y estatal, y en donde peritos de la PGJE, levantaron alrededor de 40 cartuchos percutidos calibre .223 milímetros.
Dentro de la vivienda –y según las primeras investigaciones– afortunadamente no había nadie, por lo que la PGJE, solicitó a un juez una orden de cateo y registrar el domicilio, cuya fachada quedó completamente agujerada.
Los vínculos
Sobre la ola de violencia en La Paz y los primeros jaloneos en Comondú, un integrante del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública de Baja California Sur consultado por ZETA ve pocas posibilidades de que los enfrentamientos entre grupos criminales puedan ceder, sobre todo si dentro de la Subsecretaría de Seguridad Pública en el Estado y la PGJE, existen mandos que proveen de protección a los grupos delictivos en pugna.
El miembro del grupo interinstitucional, consideró que el cese del ex encargado del despacho de la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales, Samgar Salvador Gómez Reyes, y presuntamente vinculado con el jefe de la plaza del narcomenudeo en San José del Cabo, José Guadalupe Acosta López “El Javier”, no fue suficiente para detener la ola de violencia, por lo que debe seguir la depuración dentro de la Procuraduría.
Según el integrante del Grupo de Coordinación, tienen información que “desde la Policía Ministerial, protegen al grupo criminal subversivo”, particularmente a “Los Dámaso”, y por tal motivo el encargado del despacho, Bibiano Rigoberto Burgoing García, no es fiar, cuando menos para los integrantes de las fuerzas armadas. Por los siguientes antecedentes:
1.- Cuando la pugna estaba en su punto más álgido, y siendo comandante de Homicidios de la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales, liberó al brazo armado de “Los Pepillos”, Edgar Amílcar Acosta Reyes “El Rayo”, después de que fue detenido por agentes de la Policía Ministerial en una brecha de La Paz.
De lo anterior, quedó constancia en un video grabado por efectivos de las fuerzas armadas, y donde se ve al Comandante Bibiano, empujando a sus compañeros policías, discutiendo y abriendo campo al llamado “Comandante Rayo”.
El entonces comandante de Homicidios, gritaba lo siguiente: ¿Qué es lo que quieres, pues? ¿Qué es lo que quieres? ¡Hijo de la chingada! ¿Qué es lo que quieres, pues? Y ¡tú, hijo de la verga, vete a chingar tu madre de aquí!
El actual encargado del despacho de la Policía Ministerial del Estado, corría de esa manera a los agentes de investigación que habían detenido al jefe de los pistoleros de “Los Dámaso”.
2.- El segundo incidente, y donde el jefe policiaco se vio involucrado fue cuando tuvo una diferencia con dos efectivos de la Secretaría de Marina dentro del desaparecido bar Again & Again (hoy Las Divinas) en Cabo San Lucas. Siendo comandante del Centro de Operaciones Estratégicas, y en completo estado de ebriedad –según un reporte interno de las fuerzas armadas– Bibiano sacó un arma y amagó a los elementos y los corrió del bar, pero como se negaron, cortó cartucho y lanzó unos disparos al aire, por lo que salieron corriendo, correteándolos como una cuadra con pistola en mano sobre el boulevard Lázaro Cárdenas hacia el centro del puerto turístico, lo que le valió una queja formal en el tiempo del ex procurador Gamill Arreola Leal y ser separado del cargo y concentrado de La Paz.
3.- La tercera y última, es que es el principal sospechoso de haber dado pitazos a la jefa de sicarios de “Los Dámaso”, Melissa Margarita Calderón Hinojosa “La China”, a fin de que en cuando menos seis operativos secretos, pudiera escapar de las fuerzas de seguridad, después de haber estado a punto de ser detenida.
La amistad del encargado del despacho de la Policía Ministerial del Estado, y la jefa criminal de “Los Dámaso”, es de sobra conocida –desde antes de la guerra entre narcomenudistas– en los pasillos de la PGJE.