A un mes de haber encallado a 400 metros al norte de la laguna Guerrero Negro, municipio de Mulegé, la embarcación sardinera “El Cachanilla” sigue sin ser rescatada, y menos aún, sin liberar los 10 mil litros de combustible diésel que contiene la nave.
El subsecretario de Protección Civil de Baja California Sur, Carlos Godínez León, anunció que las maniobras de rescate están paralizadas, debido al mal tiempo que se ha presentado en los últimos días.
Sin embargo, afirmó que una vez que las condiciones climáticas lo permitan, estarán en la disposición de reiniciar las labores de rescate por parte de las instituciones encargadas; el Estado solo verificará la cantidad de combustible para un análisis correcto.
“(Estamos viendo) La manera de cerciorarnos y certificar qué es lo que contiene este barco, en algún momento nos decían que transportaba sardina, la cual ya fue retirada, por otro lado nos decían que el combustible con el que se mueve, el cual es diésel, aún se encontraba en los depósitos; no nos ha sido posible acercarnos al lugar porque precisamente las condiciones climatológicas no lo permiten, estamos en las posibilidades de hacerlo, para de manera directa certificar qué es lo que contiene y cuánta cantidad de diésel contiene en este caso la embarcación, si es que lo tuviese”, expuso.
En cuanto al daño ecológico que pudiera representar el combustible para el Santuario Ballenero, hasta el momento no se ha tenido el derrame de hidrocarburo, de momento se montó un cerco anti-derrame con equipo especial y toallas de absorción, en caso de presentarse un derrame de diésel.
Para eso “hay empresas especializadas para hacer el trasiego, nosotros como Protección Civil del Gobierno del Estado, estaríamos vigilantes y atentos para coadyuvar en determinado momento, informar de manera inmediata a quien corresponda lo que está sucediendo, las autoridades en competencia están haciendo lo propio”, argumentó.
Se sabe que la empresa encargada de la embarcación solicitó apoyo al puerto de Ensenada, Baja California para enviar un remolcador de la aseguradora para que apoye en el rescate de la misma, en coordinación con Capitanía de Puerto, Secretaría de Marina, Comisión Nacional de Áreas Protegidas, entre otras entidades.
Según un experto consultado por ZETA, “existe el riesgo de contaminación por derrame en la boca de la laguna de Guerrero Negro y que está interconectada a través de un canal de aguas someras con Laguna Ojo de Liebre, sitio donde aún se localizan al menos mil ejemplares de ballena gris”.
Sin embargo, delegación estatal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente declaró que no les compete, al menos eso aseguró su representante, Saúl Colín Ortiz.
“Es un asunto que le compete a la delegación de PROFEPA en Baja California, por encontrarse en territorio de ese Estado”, deslindó.
Actualmente han sostenido diversas reuniones entre instituciones, expertos y la empresa para determinar las acciones de rescate; en Baja California Sur se encuentran situados en Guerrero Negro, mientras que de Baja California diversos equipos de rescate, de gobierno y de protección ambiental están en Puerto Venustiano Carranza, a solo 10 kilómetros de Guerrero Negro.
La Secretaría de Marina convocó a una reunión con el grupo de coordinación para determinar las acciones para llevar en el rescate y lo que pudiera presentarse, a la cual asistió personal de la PROFEPA, SEMARNAT, Gobierno del Estado, PEMEX, Policía, Exportadora de Sal, entre otras.
“La reunión es para coordinar a la plataforma para atender el encallamiento, el barco tiene la capacidad de 30 mil litros, pero se encuentra escorado en una banda y se fue de lado, sabemos que solo tiene una tercera parte del combustible, según los informes. Hemos constatado de que las tres vías de combustible estén selladas, pero eso no descarta el derrame; hay riesgo de derrame de aceites y grasas, y todo lo que contenga la embarcación”, indicó el experto consultado por este Semanario.
Una vez que se pueda actuar y que las condiciones climáticas lo permitan, se colocarán cinturones debajo de la embarcación para levantarlo, inyectándole aire para así sacarla a flote. Este trabajo se ejecuta de manera coordinada, a fin de que no exista un solo detalle.
Por el momento no se tiene fecha para sacar el combustible de la nave, por ello se enviará primero a un equipo de reconocimiento para que certifique la cantidad de diésel, una vez que se tenga se podrá actuar, y al final sacar a flote al “Cachanilla”, que de localizarse en Baja California y haber un derrame, será inminente que afecte por completo a las zonas pesqueras, de cultivo y sobre todo el hogar de la ballena gris.