El uso de las fuerzas armadas en la guerra contra las drogas fue un “error entrar de lleno en el combate contra el narcotráfico”, y que dejó los militares con “un problema que no nos tocaba”, aseguró el secretario de Defensa, Salvador Cienfuegos Zepeda, en entrevista con el diario El Pulso de San Luis.
En la entrevista, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fue muy crítico de las políticas de militarización de la seguridad ciudadana, que se han vuelto comunes en el país.
Cienfuegos dijo que el envío de “soldados preparados para la guerra” para hacer frente a los delincuentes sin entrenamiento militar, ha causado “problemas graves”, y admitió que las tácticas tales como incursiones diurnas, han dejado a la población civil en “situación de riesgo”.
El general añadió que cree que el Ejército no debería ser desplegada en las calles con el fin de combatir la delincuencia, ya que no están preparados para el papel.
“Las personas responsables de esta institución no están preparadas para llevar a cabo las funciones de la policía”, dijo. “Nosotros no hacemos eso. No preguntamos por ello. No tenemos ningún gusto por ello y no nos sentimos cómodos en este papel”, enfatizó
Sin embargo, ante la corrupción de la policía esto significaba que “si no lo hacemos, no hay nadie más que lo haga”, aseguró.
“[…] Y es una orden que tenemos del Presidente, respaldada por la propia Constitución, estamos cumpliendo con la orden, y cuando a nosotros se nos da una orden, la cumplimos de la mejor manera en que podamos, es lo que estamos haciendo, no somos de la idea de seguir siendo policías, pero mientras no esté capacitada en la responsabilidad que deben de tener los cuerpos policíacos, seguramente, tendremos que seguir en esto”, dijo el comandante de las fuerzas armadas.
El general también defendió a los militares contra las acusaciones de violaciones de los derechos humanos en los casos emblemáticos de la presunta militar ejecución masiva de 22 personas en la ciudad de Tlatlaya, en junio de 2014, y las acusaciones de complicidad de las fuerzas armadas en la desaparición de 43 estudiantes en la ciudad de Iguala, en septiembre de 2014.
Cienfuegos señaló que cuatro soldados han sido puestos en libertad sin cargos en el caso Tlatlaya, y tres aún no se han tratado. En el caso de Iguala, afirmó que las fuerzas armadas no tienen “ninguna responsabilidad”.
“Ayotzinapa, ahí no tenemos absolutamente ninguna responsabilidad, si fuera así, ya nos hubieran acusado, estuviéramos denunciado, estaría algún soldado, algún jefe en la cárcel, no hay nadie, los expertos que están en México auxiliando al Gobierno para encontrar la verdad de todo esto, acaban de decir la semana pasada que ellos nunca han acusado al Ejército que tenga algo que ver, hay otros que lo dicen y quienes lo reproducen y hay quien lo cree, pero no tenemos responsabilidad desde mi punto de vista, ni en lo de Tlatlaya ni en lo de Iguala […]”, dijo Cienfuegos.
Las afirmaciones de el titular de la Sedena están ligadas con las dichas por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien la semana pasada acusó a la administración de Felipe Calderón Hinojosa de haber equivocado su diagnóstico sobre el narcotráfico y también de haber implementado una “mala estrategia que generó una escalada de violencia sin precedentes, en la mal llamada guerra contra las drogas”.
En otro tema, el general dijo que el Ejército es una institución “creíble”, y en cuanto a transparencia, según la Secretaría de la Función Pública, la Sedena, está considerada hoy “como la institución federal más transparente”, señaló.