Ya se conjugan las alianzas, ya casi están designados, los dedazos, el más allegado y el más camarada, el más apegado y que va allá, para acá, puede ser precandidato, luego candidato.
Elecciones, tiempo de ‘ganones’, tumbar, derribar, con lineazos desde la Ciudad de México, es el común denominador, en tiempos electorales.
Elecciones, tiempo de ‘ganones’, ganan los que quieren el poder (aun sin experiencia), ganan las imprentas, los pintores, rotulistas, los de las radiodifusoras, los periódicos, ellos son los ‘ganones’.
¿El pueblo qué gana? Una ‘cachuchita’, un emparedado, una soda, una torta, un paseo en el acarreo, un prendedor, una mochila color verde, un paraguas tricolor, una raquítica despensa, si más, una lona, un rollo de arenado. Eso es lo que gana el elector sufrido, qué tal. El candidato ‘ganón’ ganará harto dinero (feliz de la vida con ‘sueldazo’), poco trabajo, levantar la mano, decir sí cuando es no, decir no cuando es sí, seguir la línea de sus jefes y ejercer contra su voluntad (si es que es democrático), etcétera.
Llegó 2016, en sus marcas, listos y al derroche de carretadas de billetes como cada elección, que es sinónimo de ‘ganones’. Y el pueblo, ¿qué gana? Hay colonias con más de 40 años y aún no tienen pavimento. Otras recién urbanizadas ya tienen.
En río revuelto, ganancia de pescadores. Y en tiempo de elecciones, tiempo de ‘ganones’. Así será siempre. El pueblo, no nos unimos para cambiar tal vicio añejo, de décadas. La protesta de un pueblo está adormecida; el miedo un obstáculo, el perder el trabajo otro temor (con los patrones). Un pueblo dormido, que dice despertar, y caen en su letargo y sus laureles.
Para erradicar el título de esta carta, está en su pueblo exigir cuentas y ver quién es quién.
2016, tiempo de estafetas de gobierno. Y los pendientes quién los continúa, dígase obras, etcétera. Solo unos ganan y muchos pierden y no les es premiado salir a votar. Dicen por ahí, harán obligatorio el ir a votar, ¿podrán? Sí se puede: obligatorio el seguro de auto, obligatorio el revisar emisiones de smog en su auto, obligatorio sus impuestos, obligatorio si voy al otro lado sacar mi seguro del Oxxo por un día, obligatorio el uniforme de mis hijos, obligatorio el cinturón en auto. Por qué no obligar, multar y obligar a salir a votar tal día. Ya ven que sí se puede.
¿Podremos con la era de elecciones, tiempo de ‘ganones’?
Leopoldo Durán Ramírez
Tijuana, B. C.