El intelectual italiano falleció el viernes 19 de febrero en Italia. Su novela más reciente: “Número Cero”. Siempre será recordado por la obra maestra de la narrativa “El nombre de la rosa”
“Ha modernizado la cultura italiana”, así de contundente fue Corriere della sera ante la muerte de Umberto Eco sucedida el viernes 19 de febrero en Milán, Italia, a la edad de 84 años.
Umberto Eco (5 de enero de 1932-19 de febrero de 2016) había aparecido en público en las últimas semanas de 2015, por eso fue sorpresiva la noticia que publicó Corriere della sera confirmando su fallecimiento:
“È morto lo scrittore Umberto Eco”, publicaba el periódico italiano, citando como fuente a sus familiares, por lo que la lamentable noticia se propagó vertiginosamente a través de internet; era el día en que también Harper Lee había fallecido.
Narrador, ensayista, filósofo y semiólogo, Umberto Eco legó siete novelas a la literatura universal entre 1980 y 2015: “El nombre de la rosa”, “El péndulo de Foucault”, “La isla del día de antes”, “Baudolino”, “La misteriosa llama de la reina Loana”, “El cementerio de Praga” y “Número Cero”.
Entre sus ensayos también figuran “Obra abierta”, “Apocalípticos e integrados”, “La estructura ausente” y “Tratado de semiótica”, entre otras decenas de tratados sobre semiótica, lingüística, filosofía y estética medieval.
Algunas de sus obras no solo modernizaron la cultura italiana como cita Corriere della sera, sino que también han influido en diversos países al grado de que sus libros son lectura obligatoria en muchas universidades, por ejemplo “Cómo se hace una tesis”, “El nombre de la rosa”, “El péndulo de Foucault” y “Baudolino”, entre otros.
MÁS ALLÁ DE UN LIBRO SOBRE PERIODISMO
En torno a su última novela publicada en 2015 en Italia por el sello Bompiani con 250 mil ejemplares, para empezar, titulada “Número Cero” (traducida al español por Helena Lozano y editada por Lumen de Penguin Random House), Eco aclaró en un conversatorio con el narrador Roberto Saviano:
“No quise escribir un tratado sobre periodismo; insistí solamente en una redacción especial que forma parte de la maquinaria del fango, aunque desde hace más de 40 años reflexiono y discuto sobre los límites y las posibilidades del periodismo”.
El sabio aclaró ante quienes vieron en “Número Cero” solo un libro sobre periodismo: “Es una historia sobre los límites de la información periodística, pero no hablo de los periodistas en general, sino que dibujo el peor de los casos para dar una imagen grotesca de ese mundo”.
No obstante, Elisabetta Sgarbi, directora editorial de Bompiani, con una visión más comercial, publicitó:
“Este libro revela a la perfección los mecanismos de la llamada maquinaria del fango, del mal periodismo: Debería ser leído en las escuelas”.
“EL PURO DELEITE DE ESCRIBIR”
Cuando en 1980 publicó “Il nome della rosa”, el pensador italiano también confesó algunos pormenores en “Naturalmente, un manuscrito” sobre el origen de ésa, su primera novela:
“También podemos tener visiones de libros aún no escritos”, fue una de las lapidarias sentencias de Umberto Eco cuando visualizó un libro al descubrir en 1968 “Le manuscript de Dom Adso de Melk”, de un tal abate Vallet.
Al revelar algunos secretos sobre “El nombre de la rosa”, donde cuenta las peripecias de fray Guillermo de Baskerville y su pupilo Adso de Melk sobre unos misterioros textos griegos y las extrañas muertes que suceden en torno a ellos, Umberto Eco escribió:
“Estoy lleno de dudas. No sé, en realidad, por qué me he decidido a tomar el toro por las astas y presentar el manuscrito de Adso de Melk como si fuese auténtico. Quizá se trate de un gesto de enamoramiento. O, si se prefiere, de una manera de liberarme de viejas y múltiples obsesiones.
“Transcribo sin preocuparme por los problemas de la actualidad. En los años en que descubrí el texto del abate Vallet existía el convencimiento de que solo debía escribirse comprometiéndose con el presente, o para cambiar el mundo. Ahora, a más de diez años de distancia, el hombre de letras (restituido a su altísima dignidad), puede consolarse considerando que también es posible escribir por el puro deleite de escribir”, lapidó el 5 de enero de 1980 para la primera edición de su famosa primera novela “El nombre de la rosa”.
BRILLANTEMENTE POLÉMICO
Candidato al Premio Nobel de Literatura en los últimos años, Eco recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades y Caballero de la Legión de Honor Francesa; por su celebérrima obra de largo aliento “El nombre de la rosa” mereció los premios Strega y Médicis.
Siempre polémico, en junio de 2015, Umberto Eco lanzó una controversial sentencia que fue trending topic en Facebook y Twitter, entre otras redes sociales electrónicas:
“Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas, que antes solo hablaban en el bar después de una copa de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente, mientras ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas”.