Ensenada.- Desde mayo de 2015, el Ayuntamiento de Ensenada no ha dado cuenta de 25 millones de pesos que ha descontado a trabajadores municipales y que debe reportar a diversas casas financieras, señaló el síndico social Félix Ojeda Ortega.
Presume que por esta omisión, el tesorero municipal, Samuel Jaime Aguilar, puede enfrentar cargos por el delito de peculado, abuso de autoridad y de confianza. Mientras que los trabajadores resultan afectados porque algunos están a punto de caer en buró de crédito.
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Por lo anterior, el mediodía del miércoles 24 de febrero, el servidor público se manifestó en la acera de las oficinas de Sindicatura Municipal, donde en mamparas colocó copias de cheques de empleados a los que les hicieron los descuentos, así como una gráfica de la deuda que el Municipio mantiene, en específico, con la empresa Fumibac.
El síndico procurador, Iván Barbosa Ochoa, no estuvo presente para recibir la queja con el argumento de que a la misma hora tenía reunión con el Comité de Adquisiciones. La directora Mónica Vargas Núñez, fue quien encaró a Ojeda Ortega en una sala privada donde ella le recordó que el personal mantiene una investigación en el área de Fiscalización, y esperan pronto turnar el caso a Responsabilidades.
Ojeda Ortega pidió resultados y al mismo tiempo criticó al alcalde de Ensenada, Gilberto Hirata Chico, por “burlarse” de la Sindicatura Municipal. Puso como ejemplo que en 2015, Barbosa Ochoa inhabilitó a los directores de Catastro y Control Urbano, Humberto Morales Ríos, así como al de Protección Civil municipal, Arturo Granados González.
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Ambos titulares incurrieron en irregularidades al autorizar la operación de la empresa Gaspasa en la delegación de Maneadero. No obstante, los dos siguen en funciones por órdenes del presidente municipal.
Hay intereses del síndico
En la compañía financiera Fumibac, una de las que no ha recibido pago del municipio, trabaja la mamá de Ojeda Ortega, pero éste aseguró que su intención es defender a los empleados, no a su familia.
“Sí, sí tengo mamá, aunque no sé si ellos la tengan”, contestó en tono irónico aludiendo a la irregularidad que al parecer se comete en la administración municipal.
El servidor público insistió en que su interés es estrictamente como síndico social, ya que en su escritorio tiene al menos 50 quejas de trabajadores que se sienten afectados por la mala administración del XXI Ayuntamiento.
