Hace tan solo unas semanas escribía en este espacio lo que la gran mayoría de analistas vaticinaban pero que el gobierno federal se negaba a admitir públicamente: la devaluación del peso frente al dólar y la baja en el precio de la mezcla mexicana del petróleo tendrían consecuencias inmediatas en los mexicanos.
El gobierno se esperó demasiado para explicarnos las medidas que tomaría ante el deterioro económico mundial. Hace unos días la Secretaría de Hacienda y el Banco de México por fin anunciaron ajustes en materia fiscal, monetaria y cambiaria.
Son varias las razones por las cuales se ven obligados a anunciar los recortes y ajustes pero es claro que la volatilidad en los mercados financieros mundiales, la caída en el precio del petróleo, el alza en la tasa de interés de referencia en los Estados Unidos, la desaceleración de la economía China y la depreciación del peso fueron factores fundamentales.
Dentro de las medidas que tomaron destacaría el recorte al gasto público por 132.3 mil millones de pesos, la suspensión de las subastas de dólares por la Comisión de Cambios y el incremento de 50 puntos de la tasa de interés al pasar de 3.25 a 3.75.
En lo que se refiere al recorte federal 100 mil millones lo asumirá PEMEX y los restantes 32 mil millones las diversas dependencias federales.
Entre las dependencias que verán reducido su presupuesto destacan Comunicaciones y Transportes (11.6%), Medio Ambiente y Recursos Naturales (7.4%) y Energía (7.2%).
Más allá de las cifras los mexicanos de “a pie” debemos analizar qué repercusiones tienen estos recortes. En el caso de PEMEX es claro que no se aplicaron medidas de austeridad cuando más se necesitaba, la mala administración fue la constante, el conflicto entre la Secretaría de Hacienda y PEMEX quedó expuesto en la opinión pública, por lo tanto los cambios no se hicieron esperar.
¿De qué tamaño será la pésima administración en PEMEX que de la noche a la mañana nos dicen que habrá un recorte de 100 mil millones de pesos? No nos engañemos, no es asunto exclusivo de “apretón” administrativo sino de excesos en el uso del recurso público.
En otras áreas del gobierno federal encontramos varios programas afectados, como el Programa de Infraestructura, Programa Nacional de Becas, Programa de agua potable, alcantarillado y saneamiento, Programa de Infraestructura Indígena, entre muchos otros.
El título de éstos nos sugiere la naturaleza del recorte pero sin conocer a fondo los detalles.
Con información disponible menciono solo algunas obras o planes afectados: La construcción del Puerto en Guaymas, Sonora; construcción del Libramiento en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; modernización del segundo periférico Gómez Palacio-Torreón en Coahuila; carretera Acapulco- Zihuatanejo en Guerrero; obras hidráulicas del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México; menos recursos para becas; disminución de recursos para atención a emergencias y desastres naturales; construcción o ampliación en obras en estados como Tamaulipas y Veracruz; afectación a las obras de saneamiento en el Cutzamala en el Estado de México; afectación al programa de prevención de inundaciones en Tabasco, etc.
A los estados que aún no les tocó este primer recorte deberán tener mucho cuidado porque las cosas no mejorarán en el corto plazo.
Ante el entorno mundial desafortunadamente no había demasiado margen de maniobra, el recorte era inminente, lo que no me explico es por qué el gobierno federal se tardó tanto en tomar medidas y cuáles fueron sus motivaciones para recortar una u otra obra o determinado programa.
Lo que merecemos los mexicanos ante escenarios adversos son reacciones rápidas, eficaces y transparentes, no silencios que solo generan dudas y sospechas.
Alejandro Caso Niebla es consultor en políticas públicas, comunicación y campañas; se ha desempeñado como vocero en la Secretaría de Hacienda y Secretaría de Desarrollo Social en el Gobierno Federal así como como Director de medios en la Presidencia de la República. También fungió como Director de Comunicación Social en el Gobierno del Estado de Baja California. Correo: alejandro@caudae.com @CasoAlejandro