James Orenstein, juez de la ciudad de Nueva York, falló en contra de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos obligue a la empresa tecnológica Apple a dar al Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), acceso a los datos de un iPhone codificado que es parte de un caso de rutina relacionado con drogas que se dirime en Brooklyn.
La decisión del magistrado federal respalda la postura de la compañía en su pleito contra la orden de una juez de California, llamada Sheri Pym, de crear un software especializado para ayudar al FBI a hackear un iPhone vinculado a la investigación de terrorismo sucedida en diciembre pasado, en San Bernardino, cuando dos presuntos terroristas asesinaron a 14 personas. El próximo viernes será la fecha límite para que Apple presente su oposición a la orden de la jueza.
El iPhone 5C propiedad del condado de San Bernardino fue utilizado por Syed Farook, quien trabajaba como inspector de salud. Él y su esposa, Tashfeen Malik, asesinaron a 14 personas e hirieron a otras 22, durante un atentado perpetrado el 2 de diciembre de 2015, que fue, en parte, inspirado por el grupo Estado Islámico (EI).
La oposición de Apple a las tácticas gubernamentales ha generado un debate nacional sobre los derechos a la privacidad digital y la seguridad nacional. En octubre, Orenstein invitó a Apple a impugnar el uso que el gobierno hace de una ley de 1789 para a obligar a Apple a ayudarle a recuperar datos de iPhones relacionados con casos criminales, razón por la cual los abogados de Apple se han opuesto a peticiones de ayuda para extraer información de poco más de una docena de aparatos en California, Illinois, Massachusetts y Nueva York.
Orenstein concluyó que Apple no está obligada a ayudar a los investigadores gubernamentales en contra de su voluntad y resaltó que el Congreso no ha adoptado una ley que derive en el resultado al que aspira el gobierno.
“Encontrar la mejor manera de balancear esos intereses es de vital importancia para nuestra sociedad, y la necesidad de una respuesta es cada día más imperante, conforme la tecnología rebasa barreras que parecían imposibles incluso unas décadas atrás”, escribió Orenstein.
“Pero ese debate debe realizarse hoy, y debe llevarse a cabo entre los legisladores que están equipados para considerar la realidad cultural y tecnológica de un mundo que sus predecesores no podían concebir”, continuó la jueza de NY en su fallo.
De acuerdo con la agencia AP, un portavoz del Departamento de Justicia manifestó que estaban decepcionados por el fallo y planean apelarlo en los próximos días.