Vecinos de la colonia Libertad –que residen a pocos metros del muro fronterizo dentro del cañón Zapata– se mantienen en la incertidumbre de qué sucederá con sus familias una vez inicie la construcción del Periférico Aeropuerto-San Ysidro-Playas, vialidad que será desarrollada donde se encuentran sus hogares.
Durante un recorrido de ZETA en la zona, quedó de manifiesto que la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano del Estado (SIDUE) ya demolió alrededor de cinco viviendas; la máquina utilizada permanece en el lugar bajo el cuidado de Luis, cuya casa se ubica a centímetros de la malla divisoria; el joven de 22 años solicitó a las autoridades “ser justas y razonables”, para no dejar sin apoyo a cientos de personas, en su mayoría con algún grado de pobreza.
Orlando, que arribó a dicha zona hace 35 años, sostuvo que el Gobierno del Estado no ha tenido el interés de brindar información relacionada con el proyecto: “no se han acercado con nosotros”, declaró al abordarlo en su domicilio. Otra de las habitantes –que prefirió omitir su nombre– señaló que una parte importante de los terrenos fueron adquiridos de manera colectiva durante los años cincuenta.Algunos residentes aceptaron haber llegado a “invadir” el espacio federal, tal es el caso de Petra, que habita en el sitio desde hace década y media.
“Es la verdad, yo nomás me metí”, admitió.
Para evitar que la autoridad tome una decisión no favorable para su familia, la mujer aseveró que ya contrató a un abogado, buscando que la indemnización que el gobierno les otorgue, sea justa y le permita –a ella y sus hijos– reubicarse y vivir de manera digna.
El asentamiento cuenta con un amplio rezago de pavimentación y servicios públicos, por lo que varios moradores se ven obligados a compartir el suministro de agua y energía eléctrica, para ello, son comunes las aglomeraciones de domicilios en un solo terreno.
La obra –conocida comúnmente como Bulevar Zapata– consta de 4.2 kilómetros de carretera de 4 carriles –que suman 14 metros de ancho– que conectará al Aeropuerto Abelardo L. Rodríguez con la garita de San Ysidro y la costa tijuanense, lo que representa la finalización del “anillo periférico” de la ciudad, enlazando al Corredor 2000 –para la circulación desde Tecate y Playas de Rosarito–, y permitiendo el acceso al sector sur del municipio, a través del Bulevar Rosas Magallón. Además, se contempla la edificación de un puente de 500 metros de longitud por encima del Cañón Zapata.
Las labores durarán alrededor de tres años, con una inversión total de mil 135 millones de pesos.
Según el titular de SIDUE, Manuel Guevara, en alrededor dos meses –al finalizar la licitación que se encuentra abierta– se seleccionará a la empresa que ejecutará los trabajos mediante una asociación público-privada; será hasta entonces cuando se les notifique a los vecinos que no han sido indemnizados, ya que los planes “todavía pueden cambiar”.
Son 98 las viviendas que están incluidas en la ruta, y el monto estimado para las compensaciones es de 60 millones de pesos, la determinación de las cantidades se realizará con base en los análisis que la Comisión Estatal de Avalúos está llevando a cabo.
El funcionario explicó que a pesar de invadir terrenos de índole federal –pegados al cerco fronterizo– se les brindará dicho recurso.
Asimismo, manifestó desconocer el modo en que los habitantes obtuvieron los predios. “Tijuana en general tiene problemas de tenencia de la tierra. En este caso no sé cómo los adquirieron, tal vez invasiones o ventas irregulares, de todos modos les vamos a pagar”, expuso en entrevista.
Guevara informó que como parte del plan se proyecta la urbanización de la colonia, a través del desarrollo de parques y unidades con equipamiento deportivo, así como la instalación de alumbrado público.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ha apoyado a la administración estatal con el otorgamiento de los permisos correspondientes, ya que no cuentan con el capital para invertir, se informó.