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miércoles, octubre 2, 2024
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Carol.- Queda muy claro que el director Todd Haynes prefiere las miradas en vez de las palabras. Y por eso Cate Blanchett y Rooney Mara hacen un trabajo francamente excepcional, porque en los ojos está todo el torbellino emocional que sus personajes exploran diciendo muy poco.

La ya veterana Blanchett encarna a Carol Aird, una mujer madura, con una hija pequeña y un marido muy adinerado, de buenas familias de Nueva Jersey que se aferra a ella, a pesar del proceso de divorcio que ya es inminente desde que la película comienza.

Rooney interpreta a Therese Belivet, una empleada del área de juguetes de una tienda departamental de Manhattan, interesada en la fotografía y con un novio formal.

Un día, en la víspera de Navidad, Carol va a la tienda y las dos se conocen. Ahí se sabe que hay una sutil conexión que brota de ese encuentro casual. Carol ordena un trenecito y se marcha olvidando sus guantes, Therese le envía ambas cosas a su casa, y ese es el inicio de una travesía contada muy al estilo de la época, los años cincuenta.

Tal vez ese es el acierto más trascendental de Haynes, quien retomó la complejidad de los personajes de las películas de Robert Aldrich o, por supuesto, Elia Kazan, y nos ofrece aquí un filme lleno de detalles, a un ritmo mesurado, sin exabruptos.

En todo momento percibimos la tensión de estas vidas que se cruzan y que se resisten en la medida en que Carol teme perder a su hija, el esposo se niega a aceptar la realidad, y el pasado se revela a través de la vieja amistad entre Abby (Sarah Paulson) y la protagonista.

Eso hace que la cinta se distinga en la medida en que guarda un misterio, como debe ser todo largometraje basado en una novela negra de Patricia Highsmith. Bien por Phyllis Nagy en la elaboración de un guion donde la mesura provoca.

Por esta razón también el trabajo tanto de Rooney Mara como de Cate Blanchett mereció una nominación al Óscar en sus respectivas categorías de Mejor Actriz y Mejor Actriz de Reparto.

Tal vez el único punto débil se concentra en el desenlace un tanto abierto y en esa búsqueda ya consumada de los personajes que hace predecible todo lo que había sido tan veladamente contado. Tanto para llegar a lo mismo, podría decirse, pero bueno, esa es la historia de Highsmith y Haynes la respetó. ***

Punto final.- ¿Johnny Depp como Donald Trump?

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Autor(a)

Gabriela Olivares
Gabriela Olivares
gabriela@zeta.com
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