66 años de edad cumpliría el Señor Luis Donaldo Colosio Murrieta. Tal fecha, si aún tuviera vida. Pero a veces en la vida no todo se cumple, u otro destino o giro de 360 grados se interponen y dan otro resultado.
Fuera de fechas, que recuerden algo del 23 de marzo de 1994, nadie se acuerda o recuerda al ex aspirante presidencial que perdió la vida en una zona tan pobre, como pobres aún son la democracia y la justicia en el país.
La sed de justicia es perpetua, a pesar de 22 años. Una voz de esperanza retumbó e hizo eco en el monumento a la Revolución precisamente un 4 de marzo de 1994. Y justamente viene un joven heredero de aquel orador centrado, al tanto, preocupado, con los pies en la tierra, tajante, recto, eficaz, con vista clara, que habló como nadie se atrevió y quizá eso le costó la vida.
Viene a Tijuana el joven Luis Donaldo Colosio Riojas y coincide tal fecha, a dialogar por su parte con el pueblo tijuanense. No tiene que ver nada con la política, contó ZETA en sus páginas. Quizá es diferente su presentación, sus ganas de venir a la trampa mortal de Lomas Taurinas y ciudad y primera vez, llega tal joven que tiene edad de casi 30 años.
Bueno, pues bienvenido. No trae nada de independientes, ni política, ni nada de eso. Viene a hablar y será bienvenido.
Espero nadie saque provecho, pues es año electoral y no lleven agua a su molino dos, tres bravucones, arribistas y oportunistas en tal fecha y cuadrarse a algún lado del joven Luis Donaldo Colosio Riojas y hacer proselitismo hipócrita y sacar provecho.
Bienvenido, joven, a Tijuana; de parte de un tijuanense que fue a ver y a escuchar a tu progenitor aquella tarde del 23 de marzo de 1994, y de ahí cambié radicalmente mi ángulo y formas de ver la vida política de mi país, y vi quién es quién.
Y el poderoso vive, la traición existe y el justo muere, eso está comprobado, entre personajes mundialmente conocidos y México es prueba de ello.
¡Bienvenido, joven!
Leopoldo Durán Ramírez
Tijuana, B. C.
