Las precipitaciones que azotaron la región desde la madrugada del lunes 4 de enero, son los primeros arrebatos del fenómeno “El Niño”, que como tal seguirá trayendo lluvia recurrente por los próximos cinco meses. Tijuana y Rosarito se mostraron vulnerables ante el aguacero que ocasionó daños en infraestructura vial, carpeta asfáltica, pluviales y alcantarillas. Por si fuera poco, el fenómeno generó tráfico lento, accidentes automovilísticos, baches, colapso de viviendas, calles e inundaciones de importantes vialidades; y derribó postes de luz, árboles, espectaculares, vallas publicitarias. La advertencia de las autoridades municipales en emitir estados de pre alerta en los dos municipios, evitó desgracias humanas, ya que ahora sí la comunidad se previno y no salió de sus hogares. De hecho los albergues instalados por los ayuntamientos lucieron vacíos, escasas familias hicieron uso de ellos. Antonio Rosquillas, director de Protección Civil, informó que la precipitación que se presentó en los cinco municipios fue de un promedio de 2 pulgadas, siendo que el pronóstico indicaba que podrían llover hasta 4 pulgadas sobre Baja California, por lo que consideró que en el Estado “se tuvo suerte”. Durante 2015, fueron diversas las obras emprendidas por la administración municipal de Tijuana como acciones preventivas contra las lluvias esperadas, sin embargo, las inundaciones siguieron presentándose en los mismos puntos de siempre, es decir, en las zonas Este y Sureste de la ciudad, así como en cañones y zonas bajas. “Tuvimos zonas en que se presentaron inundaciones, sobre todo en el Bulevar Las Fuentes y Corredor 2000, un problema con un pluvial que estaba tapado, tuvimos también sobre la Vía Rápida Oriente a la altura del puente del ferrocarril y en diferentes zonas de la ciudad, y también sobre la Avenida Internacional, por un pluvial que está terminando la CESPT, que no estaba fluyendo el agua”, detalló por su parte el alcalde de Tijuana, Jorge Astiazarán Orcí. “Tenemos un gran déficit en infraestructura pluvial, mínimo entre 2 mil a 2 mil 500 millones de pesos que requiere la ciudad de Tijuana para invertir, pero estamos mejor que hace 23 años”, agregó, comparando la contingencia actual con las inundaciones de 1993. En Tijuana son 5 mil 800 viviendas las que se encuentran en zona de alto riesgo, de acuerdo a la Dirección de Protección Civil municipal. Colonias como Las Torres y Sánchez Taboada sufrieron colapsos, mucho se debe a las condiciones topográficas de la zona. Juan Carlos Méndez, responsable de Protección Civil en Tijuana, señaló que hasta la mañana del 6 de enero se atendieron 18 reportes de posibles deslaves y se engomaron tres viviendas, dos en rojo (riesgo peligroso) y una en amarillo (precaución). Para las siete de la mañana del jueves 7 de enero, los reportes incrementaron a 34 y la precipitación acumulada de lluvia había llegado a 369.7 milímetros. Sin embargo en Tijuana, tan solo el Cañón del Sáinz resultó incomunicado durante algunas horas -la corriente incluso arrastro vehículos-, si bien abundaron colonias en que se dificultó el acceso y que además son susceptibles de derrumbes, son la Sánchez Taboada, Cañón Johnson, Cañón de los Laureles, Pastejé, Las Torres, Florido primera sección, Horóscopo, Refugio, Tijuana Progreso, Cañada Verde, Cañón del Sáinz y todas aquellas que carecen de pavimentación. De igual manera, se mantuvieron de guardia las cuadrillas de las nueve delegaciones municipales y de las distintas oficinas de la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano del Estado (SIDUE) para resolver los problemas que se fueron presentando durante la contingencia, además de que se desplegaron 250 unidades de la Policía Municipal para atender los reportes. POCOS DAMNIFICADOS, MUCHOS REPORTES Pronosticado el azote de tormentas, el Ayuntamiento de Tijuana instaló y adecuó tres albergues para recibir a las personas evacuadas por la contingencia. Los instalados en la Comunidad Terapéutica de Rehabilitación y Reinserción Social del Adicto (CORSA), en la colonia Maclovio Rojas, con capacidad para 100 personas, y el de la Organización Civil Mejor Herencia, en la colonia Del Río parte baja para 150 personas, no recibieron personas evacuadas, pero sí resguardaron a indigentes. Éstos fueron acondicionados desde el 14 de diciembre, recibiendo hasta la fecha 200 ingresos. Mientras que el situado en el Gimnasio de la Unidad Deportiva Tijuana, con capacidad para 150 personas, recibió a la familia Baltazar, cuando éstos decidieron abandonar su hogar en la colonia 3 de Octubre para no poner en riesgo sus vidas. Al 7 de enero se atendieron 14 personas -cinco adultos y nueve menores de edad- . Por el estado de prealerta declarado por Protección Civil, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) se dijo atenta a la situación y preparada para intervenir en apoyo de las instancias de protección civil de así requerirse, como lo hicieron en distintas zonas de Ensenada. Además, los planteles de todos los niveles educativos suspendieron labores durante la contingencia los días 7, 8 y 9 de enero, por recomendación de Protección Civil, reanudándose las clases para el 11 de enero. Mientras que el Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C4) recibió en un transcurso de 24 horas, desde las 6:00 am del 5 de enero a la misma hora del 6 de enero, 400 llamadas al 066 con motivo de las lluvias presentadas en la región, 169 de ellas originadas en Tijuana. La Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) informó que en el periodo comprendido entre las 2:00 am del 4 de enero, momento en que comenzaron las lluvias, hasta las 6:00 am del 7 de enero, se presentaron 113 hechos de tránsito, con un saldo de 20 detenidos, 35 lesionados y dos fallecimientos, uno de ellos por atropellamiento y el otro a un mecánico que quedó prensado cuando falló el gato hidráulico mientras revisaba un vehículo. Por su parte, la Dirección Municipal de Bomberos informó a ZETA que entre el 6 y 7 de enero se atendieron 207 reportes, de los cuales al menos la mitad se encuentran relacionados con las lluvias, entre accidentes de tránsito, cables y arboles tirados, deslaves, rescate de personas y vehículos y bardas derrumbadas. Una bomba de extracción de agua adquirida por el XXI Ayuntamiento para esta contingencia ha sido de ayuda para habilitar vialidades que continuamente se ven aquejadas por inundaciones, lo que ha permitido restablecer el tránsito en poco tiempo, informó el titular de la SIDUE, Roberto Sánchez Martínez. El artefacto permite extraer hasta 6 mil litros por minuto. Sin embargo, el problema de la infraestructura pluvial es la carencia del mismo, ya que según el funcionario, la ciudad solo cuenta con el 30 por ciento de lo que requeriría. CONTINÚA ESTADO DE PRE ALERTA Pese a que la Dirección de Protección Civil, informó que el estado de pre alerta concluiría a al primer minuto de hoy viernes 8 de enero, el alcalde Jorge Astiazarán Orcí corrigió que las condiciones se mantendrían hasta el fin de semana, ya que se avecinaban más lluvias.