El súper secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, aprovechó la entrevista que concedió a La Jornada -publicada el 17 de enero 2016- para responder a los poco analíticos, periodistas y ciudadanos en general que no compartieron su triunfalismo y el del resto del gabinete, aquellos que decidieron -ante las inconsistencias y reportes acumulados- no validar la versión oficial tras la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
Pero al exponer su interpretación del “nuevo mapeo criminal” en el país, el licenciado Osorio evidenció una caricatura difícil de digerir por los ciudadanos que residen en las entidades donde en el día a día se sobrevive la crisis de inseguridad en su modalidad de homicidios, extorsión, secuestros, trata y narcomenudeo, entre otros delitos.
Quien debería ser el hombre más versado en el tema de seguridad y crímenes en todo México -porque al tomar posesión dejó para sí las facultades del secretario y el comisionado de seguridad nacional-, hizo una serie de declaraciones que más allá del verbo, resulta difícil probar con hechos.
Primero abordemos los más graves…
Aseguró que el cártel de los Zetas está pulverizado, y si eso es cierto, entonces el súper secretario debería tener la amabilidad de revelar quiénes son los criminales que hicieron que en Tamaulipas la incidencia delictiva creciera en un 200 por ciento en el último año, o quiénes son los delincuentes que tienen sumido a Veracruz en un clima de muerte, secuestro y extorsión.
Después aseveró que el Gobierno de la República sí ha combatido la actividad financiera y logística del Cártel de Sinaloa. “Lo verán y se darán cuenta de que se ha tocado una cantidad importante de inmuebles, de empresas, de que sí se ha trastocado sus actividades financiera y logística”, indicó.
De ser verdad, entonces que Osorio Chong explique cómo es que la droga sigue su rumbo en el país, para ser decomisada por toneladas diariamente en ambos lados de la frontera norte (en Baja California los aseguramientos crecieron un 500%) sin que en Estados Unidos se registre escasez. Y cómo el cártel sinaloense ha extendido sus tentáculos por toda América Latina y Europa.
Más simple aún, por qué no han hecho eco respecto a la procedencia de recursos ilícitos invertidos en los negocios de esposas, hijos, parientes y compadres de los capos sinaloenses que han recibido alerta del Departamento del Tesoro en Estados Unidos.
Y en cuanto al anuncio de que pronto la Procuraduría General de la República presentara un informe con los inmuebles y propiedades asegurados al Cártel de Sinaloa, vale a recordar que ese es el resultado de una reiterada y persistente solicitud ciudadana, que ante la resistencia de la autoridad debió llevar un proceso, por lo cual en noviembre de 2015, el Instituto Nacional de Acceso a la Información ordenó a la PGR, responder entregando una lista de los bienes decomisados a los capos de este cártel y el valor de las propiedades.
Ahora vamos a lo “ligero”. El titular de la Secretaría de Gobernación aseguró que las filtraciones de información contenida en la investigación de la PGR contra “El Chapo”- las llamadas entre el traficante y la actriz Kate del Castillo- no fueron de obra del gobierno, sino producto de las nuevas tecnologías.
Si la investigación es de la Federación, y la información la tiene la Federación, entonces no se necesita ser brillante para saber que la fuente es el gobierno, porque seguro no fueron ni Guzmán ni Castillo, los otros involucrados. Esperemos que no caigan en la tentación de decir que los “hackearon”, porque eso sería más preocupante.
Luego Osorio Chong de plano tuvo la puntada de decir que la forma en que se anunció la captura del capo sinaloense no fue triunfalista. Basta con hacer una revisión de fotografías para que quede claro que esa expresión de inmensa felicidad, de satisfacción y autosuficiencia en sus rostros- de Osorio y el Presidente Enrique Peña Nieto- no se veía desde que ganaron sus gubernaturas y cuando llegaron a la presidencia.
Perdura todavía el leve temblor en sus voces engoladas, y no crean que la ciudadanía no comprende la excitación que debió significar detener al hombre que meses atrás los había ridiculizado ante el mundo entero. Pero su exagerada algarabía y repentino patriotismo, con todo y el Himno Nacional mal coreado, solo ridiculizó el esfuerzo de las fuerzas del orden que arriesgaron su vida en ese y otros operativos.
Para terminar de responder a quienes no compartieron la verdad histórica de la dupla Peña Nieto-Osorio Chong, el funcionario de primer nivel aseguró que la aprehensión no fue casualidad, que no iban por “El Cholo Iván”, sino por “El Chapo”. Entonces, por qué no explicó la razón por la cual los boletines de la Marina y la PGR -las dos instancias bajo su mano- exhiben realidades diferentes.
Al final, lo que no termina de comprender el secretario Osorio Chong es que para ganarse la confianza ciudadana, el Presidente Peña, él y el resto del gabinete deben emprender más acciones y menos palabrería. De lo contrario serán los responsables de un Gobierno Federal que terminará más devaluado que el peso mexicano.