Tres generales, un americano, un ruso y un mexicano están en un barco presumiendo de lo valerosos que son sus hombres. El general americano llama a uno de sus soldados y le ordena: “Tírate al agua, nada alrededor del barco y vuelve”. Sin pensarlo dos veces, el soldado americano se tira de cabeza al agua, nada alrededor del barco y vuelve a subir. Entonces el general americano dice a los otros dos generales: “Esto es tener agallas, ¿o no?”. Pero el general ruso no se deja impresionar, llama a uno de sus soldados y le ordena: “Échate al agua, da veinte vueltas a barco buceando, caza un tiburón con tu cuchillo y vuelve”. El ruso se lanza al agua inmediatamente y, sin asomarse a respirar, da las veinte vueltas al barco y luego mata con su cuchillo a un pobre tiburón que pasa por allí; regresa al barco con el tiburón. El general ruso le dice a los otros dos: “Esto es tener agallas, ¿o no?”. Entonces el general mexicano llama a uno de sus soldados: “Te vas a tirar al agua haciendo el salto del ángel, vas a bucear hasta el fondo del mar mientras das mil vueltas alrededor del barco, vas a buscar un barco hundido con un tesoro, y mientras te lo traes aquí, vas a matar veinte tiburones con tus manos desnudas”. El soldado mexicano replica: — Oiga, ¿y por qué no va usted, general abusivo hijo de la Chilindrina? El general mexicano se dirige a sus otros dos colegas y, con una cara rebosante de orgullo, dice: “Esas son agallas, ¿o no?”. Autor: Un soldado.
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