Desde hace un par de meses, el agua que sale por las tuberías de los restaurantes, comercios y casa en algunas colonias de Ensenada está sucia y este problema afectó la operatividad de los negocios cuyos propietarios tienen que comprar agua purificada para satisfacer a los clientes. La Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (Cespe) ha pedido a la población que sea paciente debido a que llevan a cabo reparaciones en las tuberías ubicadas en la zona de La Misión. Ante estas declaraciones, Leonardo González, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), emitió un posicionamiento este lunes para que el Gobierno del Estado resuelva este daño, tanto a la salud como a la economía de los establecimientos. Los clientes se dan cuenta de lo sucio del agua cuando se lavan las manos o van al baño y cuestionan al personal por lo antihigiénico. La mala calidad del agua en la ciudad se suma a las dificultades que enfrenta el gremio como el aumento al precio del dólar frente al peso, el costo de renta –en dólares-, el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA), entre otros relacionados con la inflación. “Esto es una situación real que nos ha venido afectando por agentes externos no controlables, decisiones han tenido que tomar –los restauranteros- y no necesariamente al problema del agua sino que esto es la punta de lanza de lo que estamos pasando”, comentó el empresario. En promedio los dueños de negocios de comida compra una pipa de agua limpia al día, con un costo de unos 500 pesos. Reconocieron que Ensenada está en una zona desértica, no obstante, consideró que el gobierno tiene que ser responsable con el tratamiento del agua.