“Por muy corto que sea el camino, el que pisa fuerte deja huella…”, parafraseó uno de los nietos de Don Luis Fimbres Moreno, al resumir el legado de constante tenacidad productiva, acompañada de retribución social que este personaje dejó en su familia y la sociedad bajacaliforniana. Originario de Sonora, estado del que emigró en 1938 para llegar a Tijuana junto a sus padres y hermanos, Luis Fimbres formó parte de la primera generación de bajacalifornianos con visión empresarial. A los 91 años de edad, el domingo 13 de diciembre de 2015, falleció quien fuera uno de los pilares de Grupo Calimax y Empacadora Rosarito. 
EMPRESARIO EXITOSO “Gracias a la comunidad por habernos aceptado con nuestros productos y servicios”, expuso en el libro Una vida dedicada a la familia, al trabajo y de compromiso comunitario, en el que el autor, Miguel Ángel Salas Marrón, expuso la biografía de “Don Luis”, como era identificado en el sector empresarial del estado. Al formar parte de una familia caracterizada por su productividad en los negocios, Luis Fimbres logró al lado de sus hermanos consolidar la cadena de supermercados más importante del noroeste de la república: Grupo Calimax, cuya operación inició en Tijuana en 1939. Con más de cien sucursales, actualmente el corporativo no solo tiene presencia en Tijuana, Mexicali, Ensenada, Rosarito, Tecate, sino que se ha expandido a Sonora en ciudades como San Luis Río Colorado, Cajeme y Huatabampo. En forma paralela a ese logro familiar, por cuenta propia Don Luis emprendió en 1955 un nuevo negocio, empacadora Rosarito, que atiende el mercado de Baja California y Sonora con una producción de 27 toneladas diarias de diversos productos comestibles y con la perspectiva de ampliar la distribución hacia el mercado estadounidense. FILÁNTROPO COMPROMETIDO Además de su protagonismo en el desarrollo económico de la región, Luis Fimbres destacó como forjador de la educación y obras de caridad. Su altruismo se acentuó en el impulso que dio a la Fundación Baraquiel D. Fimbres, instituida por su familia. En el campo educativo, su contribución se refleja principalmente en Cetys Universidad, institución que le rinde un homenaje perenne al colocar el nombre de Luis Fimbres Moreno a su biblioteca. ELADIÓS “Los hijos son el regalo más grande y maravilloso que tengo”, asentó Luis Fimbres en el libro que narra su vida y en el cual compartió que su esposa Margarita Astiazarán fue su fuente de inspiración. La familia Fimbres Astiazarán procreó seis hijos: Luis, Margot, Patricia, Marcia, Ivonne y Angélica; y se ha extendido con 18 nietos. Los suyos, acompañados por amigos le dieron el último adiós el martes 15 de diciembre en la iglesia del Espíritu Santo, oficio concelebrado por seis sacerdotes, encabezados por el Arzobispo Rafael Romo Muñoz. Enmarcada con las voces de la Opera de Tijuana y coronado ataúd y altar con flores rojas, las exequias fueron un homenaje de la familia y la comunidad religiosa para Don Luis. En la ceremonia hicieron acto de presencia principalmente comerciantes y líderes empresariales de Tijuana. En la homilía se subrayaron sus logros sociales, y al final del rito religioso su hijo y dos de sus nietos dieron cuenta del hombre de familia que fue: Recto, amoroso, comprometido y humilde, característica que acentuaron como su principal legado. 
LO DESPIDE EL SECTOR EMPRESARIAL Humberto Jaramillo, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Tijuana anotó que la muerte de Luis Fimbres Moreno, “Consternó a la comunidad”. De los logros de Don Luis recalcó el haber formado y consolidado una empresa familiar, “lo que en México es un reto, dado el desafío que significa la sucesión en las empresas y la familia Fimbres lo logró”. “Luis Fimbres siempre estará presente en su legado como filántropo y visionario”, dijo Gilberto Leyva, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Turismo (CANACO- Tijuana). En tanto, Roberto “Tito” Quijano, ex presidente del CCE Tijuana, expuso que el mérito de Don Luis fue haber creado, junto con el resto de su familia, una vocación empresarial, “su herencia trasciende lo material, porque es de participación social, su familia es pilar de la comunidad y generadora de empleos, ése es su principal legado”. César Cázares, representante del Comité de Turismo y Convenciones de Tijuana (COTUCO), calificó: “Fue un hombre ejemplar, empresario visionario de una de las familias más arraigadas en la ciudad que le han apostado al comercio de Tijuana y esto se ha desdoblado no solo en el resto de Baja California, sino también a otros estados de la República”.
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