En el mismo lugar donde rompieron el acuerdo de unidad ciudadana en busca de una candidatura independiente para la Alcaldía de Tijuana en la elección 2016, Gastón Luken Garza compartió alimentos con Juan Manuel Hernández Niebla. El escenario, el restaurante Saverios de la familia de don Tana Plasencia. El testigo de honor, Roberto Quijano. Como suele suceder en estos casos, el ambiente era entre sonrisas y bromas que hacían pensar al resto de los comensales que en aquella mesa lo que reinaba era la armonía y no la grilla política. La realidad, cuentan quienes de cerca escucharon, que la situación sí tuvo algo de tensión. Es de recordar que Luken dejó al resto de los independientes con la boca abierta cuando, contrario a lo pactado, se inscribió en el grupo Tijuana Independiente para ser candidato a Presidente Municipal, obviando su pasado inmediato en el PAN; bueno, al tiempo no hizo operación cicatriz (ya entrados en que es un político ahora vestido de independiente) y de ahí se puede explicar la reunión con Hernández Niebla. Pero no, la realidad es que Luken, quien ya se siente Alcalde de la ciudad, lo único que le ofreció a Juan Manuel Hernández Niebla, fue que trabaje con él, detrás de él y no en competencia, pues no es ni su idea ni su intención bajarse de una contienda por el poder en el municipio. Obvia decir, dada la reacción de los comensales, que cada quien seguirá en lo suyo por el momento. Luken esforzadísimo por crear simpatías a su alrededor –incluso cambiando su trato verbal–, y Hernández en sus negocios particulares y de representación, como empresario que es.
Publicidad
