“El trabajo de recaudación de derechos autorales en México, es ya un ejemplo a nivel mundial de cómo se puede solidarizar el proceso de regalías a beneficio del autor, sin confusiones y sin falta de información”, asegura Rosario Díaz, directora de Administración de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) en entrevista con ZETA, a quien resaltó la labor de diez años para generar una ventanilla conjunta con el compromiso de que los autores puedan cobrar sus derechos digitales, de los cuales, el 80 por ciento de las regalías son destinadas al autor, y el 20% restante a la administración de dicha sociedad. Sujetos a los nuevos tiempos, donde la proliferación de las plataformas digitales y los nuevos formatos de comercialización de la música abundan, México figura como buen recaudador de derechos en plataformas como iTunes, Spotify, entre otros: “México está en el cuarto lugar de usuarios de Spotify, por ejemplo, y esos derechos ya los estamos recaudando, por fortuna, y con un resultado favorable”, expresó Díaz, y aunque no se dan cifras exactas, en 2014, Spotify llegó a 58 países en streaming, generando un billón de dólares en regalías a la industria de la música. En el caso de México, uno de cada usuarios de 4 smartphones utiliza la plataforma para escuchar a sus artistas de manera legal. <p>“La SACM ha logrado un avance muy grande, nos hemos adaptado al mundo que tenemos que vivir. Hablar del disco ahora, aunque se sigue vendiendo, y hay quien graba, pero el mundo, la comercialización de la música ya es así, es un cambio muy drástico el que estamos viviendo, esta generación se está adaptando a las nuevas tecnologías entre comillas, porque ya están en uso desde hace varios años, pero es la forma en la que se va a comercializar la música, hay que estar a la vanguardia con esto. No es una nueva industria, creo que más bien es un nuevo uso de la música, el futuro de la música, y de todo, porque ya ves, los libros están en esas plataformas, es el mundo en el que se vive ahora”. — ¿Cómo contrarresta la SACM las posibilidades que brindan plataformas como Spotify de escuchar música de forma gratuita? “Se está combatiendo la piratería, al fin y al cabo, la gente que usa la música, que la escucha, tiene que pagar el derecho. Tengo entendido, porque no es mi área, que la SACM está buscando métodos para combatir a esos usuarios gratuitos”. — ¿Cuál ha sido el reto al que se han enfrentado como sociedad al adaptarse, nosotros como usuarios y ustedes como recaudadores de regalías? “Es un cambio muy drástico, es una cuestión de tiempo. Estamos hablando de una generación en la que la gente estábamos acostumbrados a tocar las cosas, a comprar el disco, hubo discos que se compraron por la portada, pasa igual con el libro, uno quiere hojearlo, es un cambio total con las nuevas generaciones. Los jóvenes usan el celular para todo, usos múltiples; fotos, graban, consultan, traducciones, es una nueva forma de vivir a la que nos tenemos que adaptar. Uno de los retos es que nos falta cultura por respetar la música y el arte, no es justo que no se paguen los derechos, todo mundo vamos a un hotel, por ejemplo, y hay flores, y esas las pagaron. Pides un vaso de agua, y te lo cobran, entonces, si hay música, deben pagarla. La cultura no es gratis, es un trabajo que hacen seres especiales, dotados, bendecidos para hacer una canción; de eso viven”. Díaz expuso que la recaudación de Spotify, iTunes, entre otras plataformas, se realiza por medio de la ventanilla EMMACSACM (Editores Mexicanos de Música y la Sociedad de Autores y Compositores de México) — ¿Qué parte del rol de los autores cambió? “Que se pulverizó el derecho de autor, eso es una pena, pero esto va a caminar, es cuestión de tiempo. Se ha pulverizado porque antes se compraba un disco de doce canciones, por ejemplo, y una canción podría ser el trancazo, que jalara a los otros once temas, entonces la gente pagaba por el disco, y todas las canciones ganaban lo mismo. Se vendía un millón de discos, las 12 canciones cobraban el millón de copias. Hoy en día no, bajas un tema en iTunes, es un tema, aunque sea un disco de 12 canciones, la gente ahora compra un tema, el del momento, eso le ha mermado mucho a los autores, ahora gana el que vende. Eso ya lo están viviendo los autores, afecta su economía, eso es lo que viven” “Podría decirse que es una manera justa, se le paga al que vende, pero entre lo que pase eso, en lo que nos adaptamos a esa nueva forma de que se comercializa la música, se está padeciendo, es tiempo y adaptación, es la circunstancia que vivimos ahora. Al final, al paso del tiempo, todo estará fluyendo, pero siempre hay que empezar en el escalón uno, y ahorita estamos en la cuesta. Hay que llegar a la punta donde todos cobrarán su derecho, que haya diferentes usuarios, que haya una única forma de comercializar la música. Mientras tanto, estamos en la transición, y eso tiene a todo mundo desconcertado”. — Entonces, ¿es más fácil repartir los derechos? “Es más identificado, es un proceso que estamos viviendo, queremos que fluya para que se normalice. Todo cambio genera un descontrol, una adaptación a las nuevas tecnologías, a la nueva forma de comercializar la música. Cuesta mucho trabajo, pero hay que adaptarnos a este estilo de vida”. — En medio de estos cambios, y adaptación, también nos encontramos con que el usuario quiere que todo sea inmediato, y escasean las canciones que perduran. “Eso es un hecho, la música se ha vuelto desechable, es también parte de los tiempos que estamos viviendo, de una cultura que es desechable, porque es desechable todo, hasta los valores. Es una forma de la que espero pase rápido, porque tenemos que rescatar talentos que brinden energía, emoción, verdaderamente hay autores muy valiosos que se han quedado un ratito por todos estos cambios en el mercado, pero estamos en un semillero de autores, México lo es. Nunca hay que ver que un autor no pinta, porque uno no sabe en qué momento será una personalidad. Los autores tienen un don divino, México es un país maravilloso porque la creatividad que tenemos como mexicanos es maravillosa, somos muy capaces de improvisar”, puntualizó Díaz, quien exhorta a los lectores de ZETA a respetar los derechos de la cultura, la música y el arte.