Desde 2013, cuando Carlo Bonfante Olache llegó al Gobierno del Estado como titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, empresas propiedad de su esposa, socios y amigos, así como compañías fantasmas –con domicilios inexistentes– han recibido más de 45 millones de pesos de fondos federales, gestionados y palomeados por la dependencia estatal. Por ejemplo, Industrias Zahori, fundada por el propio Bonfante y cuya tesorera es su esposa, Eva María Bonfante, se apuntó en el registro de CONACYT para recibir más de 2 millones de pesos en estímulos al desarrollo tecnológico y la innovación. Estos y otros detalles, nuestra compañera Inés García Ramos documentó en reportajes publicados en ZETA. Luego de que este tema se convirtiera incluso en uno de los más leídos a nivel nacional, René Mendívil, diputado local del PRI, fue de los pocos, si no el único, que intentó llevar más allá el asombro que generó la forma para extraer millones de la bolsa federal. Mendívil giró un oficio a la Secretaría de Desarrollo Económico el 21 de agosto para solicitar formalmente todos y cada uno de los documentos relacionados con la evidente y multimillonaria transa. Días después, el secretario respondió también en papel por medio de Iliana Cervantes, asesora jurídica de SEDECO, que si el diputado quería información, lo hiciera por medio de la Unidad de Transparencia. Así el descaro en el Gobierno del Estado. Ninguneando desde el Ejecutivo a los representantes del Poder Legislativo. Impunidad total.