Baja California Sur se caracteriza por ser un destino netamente turístico, el cual ofrece sus servicios durante todos los días del año, sin embargo, varios hoteles no se han adaptado y no cuentan con la infraestructura para atender a personas con discapacidad. Si bien es cierto, en la Zona Dorada del Malecón Costero de La Paz se ha trabajado para que las banquetas cuenten con accesos para personas con discapacidad como las rampas, esta medida no ha sido tomada por hoteles de la capital. De acuerdo a Luis Arce, director del Instituto Sudcaliforniano de Atención e Inclusión a Personas con Discapacidad (ISAPD), en la entidad el 15 por ciento de la población padece algún tipo de discapacidad, por ello considera un importante número de ciudadanos o clientes que pierden al no contar con la infraestructura necesaria. “Somos personas que tenemos dinero, que queremos gastarlo y ya el hecho de no tener una rampa es como cerrar las puertas a este mercado, y aprovecho este medio para hacerle saber a los empresarios y no solo a hoteles y restaurantes y demás, que el hecho de construir otro acceso, construir otra rampa, construir barandales, es 100% libre de impuesto en el primer año fiscal que, de tal manera que el inversionista que no lo hace es prácticamente porque le falta la voluntad, porque sería gratis y no le pasaría el fisco”, expresó el funcionario estatal. “No hay que cerrarle las puertas a este sector de la sociedad”, afirma el director del Instituto Sudcaliforniana de Atención e Inclusión de Personas con Discapacidad, ya que al carecer de esta accesibilidad, es motivo de discriminación, lo cual, puede llegar a ser demandado el empresario, aunque a la fecha no se ha presentado demanda alguna, es necesario que los hoteleros atiendan la necesidad de la ciudadanía, ya que a la fecha la solicitud solo se ha hecho verbal, y no ante algún medio legal. “El hecho de no contar con esta accesibilidad es una discriminación, porque es como decir que no somos bienvenidos, inclusive, tenemos la facultad de demandar al establecimiento. Yo he tenido que cambiar de restaurante, si algunos familiares nos citamos, que cumple años alguien o tienen que estar pensando en la personas con discapacidad y aunque cada vez son más los hoteles y restaurantes que cuentan con acceso para personas con discapacidad; pero sí lo encontramos hoy en día”, expresó. Varios hoteles ubicados en la Zona Dorada no cuentan con este equipamiento, cuando una persona con discapacidad logra subir solo a un automóvil, manejar y bajar su silla de ruedas, es un logro para ellos, pero cuando se topan con un hotel y restaurante sin rampa ahí se incapacita a la persona con un escalón que difícilmente puede pasar por su propio pie e inicia la discapacidad, y la discriminación por parte de estos sectores hacia ellos. “La verdad, yo sí acudo a los hoteles y restaurantes, hemos ido con mi familia y precisamente en una ocasión sí nos tocó ir a un hotel con familia de fuera, y, la verdad, como me tocaba visitarlos, ellos se preocuparon porque batallábamos para que yo entrara, y aunque el gerente del hotel puso a disposición personal para que me atendiera, no era posible todo el tiempo, a veces tenía que esperar a que mi familia bajara y no es justo”, expresó Damián, quien usa silla de ruedas para moverse. Dicha situación no ha pasado a mayores, pero lo que queda muy claro es que hoteleros estarán en espera de que ocurra un incidente para actuar, tampoco las autoridades han obligado a que se cumpla la atención sin discriminación.