“El éxito se mide en gramos”, es la frase que promociona a “Narcos”, el más reciente lanzamiento de Netflix en su contenido original. Dirigida por José Padilha (“Tropa de Élite”), es “la historia verdadera de los violentos cárteles de droga colombianos”, según su propia sinopsis en la plataforma destreaming, que desde el 28 de agosto tiene a disposición los diez capítulos que la conforman. Una leyenda que advierte que los hechos mostrados se basan en la realidad, pero pudieron ser dramatizados para fines de la historia, se anticipa a “Descenso”, el primer vistazo de una hora a lo que era Colombia en 1989, cuando los narcos tenían más poder que la clase política. Con saltos al contexto de Chile en 1973, época en que estaba por ser el principal exportador de cocaína, y Miami en 1979, como escenario del inicio profesional de Steve Murphy (Boyd Holbrook), Agente de la DEA que funge como narrador, la serie lleva al espectador de la mano para conocer cómo Pablo Escobar se adentró en el mundo del narcotráfico, hasta llegar a ser uno de los capos más peligrosos. El actor brasileño Wagner Moura, es quien se encarga de interpretar al hombre que comenzó contrabandeando marihuana, cigarros y televisiones, antes de estar al frente del Cártel de Medellín, pero la producción que de momento ha recibido la crítica de no haber podido unificar el acento de los histriones, también cuenta con el trabajo de Paulina Gaitán (Tata Escobar), Juan Pablo Raba (Gustavo Gaviria) y Pedro Pascal (Javier Peña), conocido por su paso en Game Of Thrones como Oberyn Martell. 
Creado por Chris Brancato, Carlo Bernard y Eric Newman, para su distribución exclusiva por Netflix, el programa que se rodó en Colombia con más de cincuenta actores y mil 200 extras, sigue su narrativa en capítulos como “La Espada de Simón Bolívar”, “Los Hombres de Siempre”, “El Palacio en Llamas” y “Habrá Futuro”, que se pueden ver por los 65 millones de usuarios de la página con servicio en 50 países.
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