Militantes panistas en Tijuana no pudieron hacer más que persignarse ante el nuevo nombramiento. Raúl Felipe Luévano, dirigente municipal del Partido Acción Nacional, tomó protesta a Gonzalo González, un inexperimentado jovencito, como secretario general del partido, el segundo de a bordo. El sonriente y estrenado panista entró en el cargo que abandonó Mirna González, esposa del diputado Lolo Barraza y evidente aspirante a cualquier candidatura en el próximo proceso electoral. A Gonzalito se le conoce por ser el animador de eventos panistas y levantar los ánimos en los actos de la esposa del gobernador. Un porrista, dicen. Pero muy, muy trabajador, alegó el día de su toma de posesión el dirigente municipal.