Si alguien sabe cuándo no es su tiempo es René Mendívil Acosta. Al diputado local por el Partido Revolucionario Institucional, lo han sacrificado en por lo menos dos ocasiones en la candidatura a la presidencia municipal de Tijuana. La primera ocasión fue cuando su jefe político, Fernando Castro Trenti, se la cedió para luego quitársela en 2010, y delegarla a Mario Escobedo Carignan, quien finalmente no la quiso y la nominación terminó en manos de Carlos Bustamante. La segunda ocasión, ahora sí Castro Trenti le dijo que sería el candidato y otra vez lo sacrificaron para dársela al doctor Jorge Astiazarán en 2013, como pacto de civilidad con Jorge Hank Rhon por no haberle concedido a éste la candidatura al Gobierno del Estado de Baja California. Ahora, por tercera ocasión, Mendívil cree que éste es su momento. Que en 2016 será suya la candidatura. Con Castro Trenti fuera del país, pero con Manlio Fabio Beltrones en la dirigencia del PRI nacional, el diputado ve la candidatura en la mano. En esta circunstancia resulta curioso cómo es que cuando le preguntan si votará por la única persona que aprobó los tres exámenes para convertirse en magistrada del Tribunal Superior de Justicia, Mendívil diga que quizá no es el momento de Lourdes Molina Morales -la aprobada- y que esperará se resuelvan los recursos de seis aspirantes a la magistratura que se quedaron en el camino. Dicen que la idea de René es que llegue uno de dos reprobados: o Víctor Manuel Fernández Ruiz, o Ignacio Flores Anguiano, ambos identificados con el PRI, uno de ellos hasta compadre de Enrique Acosta Fregoso. Los dos, por cierto, reprobados en el segundo examen que consistió en la elaboración de una sentencia a partir de un expediente que les fue provisto. Con la esperanza de que los no aprobados ganen en revisión lo que no pudieron en prueba práctica, el diputado se niega a dar su voto a la única que pasó las tres pruebas. Ahora sí que el sacrificado quiere sacrificar.