Mirna Rincón Vargas, suplente de la candidata electa Jackie Nava y ex directora del Seguro Popular en la administración de José Guadalupe Osuna Millán, sueña con acomodarse para la alcaldía de Rosarito. Es una dama del PAN que no ha descansado en sus aspiraciones electorales, no se detuvo en 2013 al buscar fallidamente la candidatura a la presidencia municipal, luego de que ZETA documentó una red de sobornos y extorsiones que se hacía a los proveedores del Seguro Popular, los famosos moches donde participó -a decir de los testimonios– Luis Enrique Díaz Félix, Bruno Melo, entre otros. Es más, durante el último año de Mirna Rincón como directora del Seguro Popular en Baja California, auditorías federales hallaron 233 millones de pesos no ejercidos, 13 millones más destinados a remuneraciones a servidores públicos fuera de lo establecido, entre otras anomalías. De hecho, la panista había sido sancionada en años anteriores por ser “responsable de irregularidades”, explican los documentos de la Auditoría Superior de la Federación. Y sin contar que Rincón transfirió 10 millones de pesos al Hospital de Salud Mental de Tijuana, cuyo tesorero era su hermano Jesús Octavio Rincón Vargas. Caray: que una mujer con tantas serias acusaciones siga en el ánimo de su partido, indica que algo está desviado, muy desviado.