Héctor Osuna Jaime renunció al PAN después de haber sido diputado local por ese partido, alcalde por el mismo albiazul, senador panista por Baja California y miembro y presidente de la entonces COFETEL en un gobierno panista. Perdió, dice él y piensan muchos, a la mala contra Francisco Vega en 2013 y, cuando vio de cerca las triquiñuelas electorales en su partido, mejor se fue. Renunció de manera escueta. Ahí se ven. Ya sobrepasada la mitad de 2014, un buen día y muy temprano presentó su carta donde solicitaba ser eliminado del padrón azul. Desde entonces se dejó querer por los ciudadanos y la oposición moderada. Una reunión aquí, otra allá. Y no descartaba ser candidato a la alcaldía de Tijuana otra vez, pero por distinto partido. Cuando en el Congreso aprobaron las candidaturas independientes fue de los que más suspiró. No tendría que comprometerse con político alguno, solo conquistar a los ciudadanos y venderse como independiente. Ya con un equipo de campaña donde como siempre le acompaña don Raúl Marín, Osuna se había dedicado a cabildear su nominación independiente como quien más experiencia tiene entre los mencionados… hasta que llegó a Tijuana Javier Corral, candidato que es a la dirigencia nacional del PAN contra el representante de Gustavo Madero, Ricardo Anaya. Entonces Osuna Jaime se decantó por Corral. Le acompañó en sus actos hasta declarar cuando le preguntaron si regresaría al PAN, que si ganaba Corral, se afiliaría de nueva cuenta. Hasta ahí llegó el espíritu independiente de Osuna Jaime.