A inicio de la actual Legislatura de la Cámara de Diputados, la Comisión de Administración de San Lázaro aprobó un presupuesto de 2 millones de pesos para la fabricación de 500 pins de oro, uno para cada legislador. Un detalle, un regalito de 14 quilates con un costo de 4 mil pesos aproximadamente por cada uno. De hecho, inicialmente se había repartido el pin de latón, un metal amarillo que resulta de la aleación de cobre y cinc, principalmente. Duro, brilloso, resistente y maleable, da el aspecto del oro, pero muchísimo más económico. El pin de latón fue desechado y sustituido en la misma Legislatura por el de oro. En fin, los lujosos diputados y sus empleados o familiares tienen una segunda opción si lo que quieren es charolear a bajo costo: dentro de las mismas instalaciones de la Cámara baja hay una tienda con réplicas baratas, relojes de 200 o 300 pesos, pins de metales módicos, plumas asequibles para todo aquel que quiera un souvenir de la tierra legislativa del nunca jamás.