Cerca del 10 por ciento de los migrantes repatriados a Baja California vienen de un centro penitenciario; de ese subconjunto, alrededor del 75 por ciento fue consignado por delitos menores y entre un 25 y 30 por ciento fue por delitos graves, señaló Rodulfo Figueroa, Delegado del Instituto Nacional de Migración (INAMI). Explicó que cerca de 435 personas fueron turnadas en 2014 a las autoridades como testigo o indiciado en un proceso penal al momento de su llegada a México, y que las personas que regresan con antecedentes penales son consignadas a la autoridad. La mayoría de los migrantes retornados ya fueron verificados en su historial delictivo. Figueroa recalcó que para el Gobierno Federal es importante identificar quiénes son y cuántas son las personas que vienen deportadas, y con mayor interés, quiénes vienen de centros penitenciarios. Carlos Mora, Presidente del Consejo Estatal de Atención al Migrante (CEAM), comentó que cuando los antecedentes son muy claros, las personas son entregadas a la autoridad migratoria que los canaliza. Los repatriados que vienen con un antecedente criminal por delitos cometidos en la unión americana o en nuestro país son prácticamente contabilizados, indicó. Argumento que en el caso de la autoridad norteamericana se indica que la persona que no tenga documentos que acredite su estadía está cometiendo un delito, “la calificación de una figura, aunque sea de repatriación, y a la firma del documento de repatriación ya se les considera delincuentes”. Jorge Bustamante, investigador de El Colegio de la Frontera Norte, señaló que el retorno de criminales a México refleja una debilidad del gobierno en sus negociaciones sobre este tema con Estados Unidos. Mencionó que de acuerdo a la información recabada por la institución, este fenómeno no ha producido cambios sustanciales en las principales ciudades fronterizas, incluyendo Tijuana. “Los criminales que nos regresan acaban siendo absorbidos por algún sector de la sociedad, o regresan a Estados Unidos de manera indocumentada”. Por otra parte expresó que hay una gran cantidad de mexicanos en las cárceles estadounidenses, en las que éstos son víctimas de violaciones a sus derechos humanos tanto en los malos tratos, la alimentación y en las medidas de fuerza excesiva. En 2014 hubo 656 mil 703 migrantes de entrada a Estados Unidos y retornados mexicanos hubo 563 mil 304. El investigador explicó que para el año 2000 había entre 75 y 80 mil mexicanos en las cárceles de la unión americana y para 2010 el número ascendía a 129 mil 336 migrantes en los centros penitenciarios, es decir, entre 2000 y 2010 cerca de 50 mil mexicanos se ingresaron a las cárceles.
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