El vuelo partió de Tijuana el lunes 15 de junio y aterrizó en el Estado de Puebla. Rafael Moreno Valle, mandatario de aquella entidad, mandó llevar de todo México a los panistas ganadores de la pasada elección -sus preferidos, claro-. No a todos. Y no porque sean muchos, sino que Moreno Valle tiene definidos sus afectos. Entrada la tarde, el ex priista (quien sucedió a Mario Marín “El Góber Precioso”), ahora gobernador por el PAN, debió haber dejado su despacho oficial para ser recibido con aplausos en el recinto partidista, un salón del centro de Puebla adaptado para las pleitesías. Hasta allá, solo dos de Baja California: el ex alcalde de Tijuana, Jorge Ramos Hernández, y el ex diputado local, Máximo García López, candidatos electos de Acción Nacional. Alegres los invitados, una vez terminado el besamanos, se regresaron a su ciudad de origen.