Alejandro Lares Valladares, Secretario de Seguridad de Tijuana, llegó diligente al Foro de Seguridad organizado por la Coparmex. Departió con empresarios y ciudadanos. Se paseaba de un lado a otro. Lo sentaron en la mesa principal. Estaban ahí Jorge Ramos Hernández, alcalde de Tijuana de 2007 a 2010, y Daniel de la Rosa Anaya, Secretario de Seguridad del Estado de 2007 a la fecha. Ambos participarían en el primer panel “El caso Tijuana”, para explicar junto al Capitán Gustavo Huerta y el empresario Roberto Quijano, cómo fue que la ciudad salió de la inseguridad que la dominó durante esos años. Hablaron de las circunstancias vividas en 2007 y las estrategias gubernamentales, el intercambio de información entre instancias de los tres niveles de gobierno, la depuración policiaca y el espacio para recibir denuncias ciudadanas anónimas, las cuales coadyuvaron a reducir los índices delictivos. Por lo que para Gustavo Fernández de León, presidente de Coparmex, resulta fundamental documentar y compartir lo hecho para dar muestra de cómo reducir los índices de inseguridad, ya que “parece que cambian los gobiernos y se olvida lo que se hizo bien”. Al frente, en ocasiones atento, Lares Valladares atendía las indirectas. Aceptó con movimientos de cabeza cuando el ex Alcalde Ramos le recomendó al falsificador de documentos, Omar Green, para que lo nombrara de una buena vez, Director de la Policía Municipal. Cuando le llegó su momento, el secretario subió animado al escenario. El panel, “El rol del sector privado y la coordinación con el gobierno para reducir la inseguridad”, en el que participarían Genero de la Torre, Presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, Luis Torres Santillán, Presidente de la Comisión de Seguridad Pública de Coparmex Tijuana, y Jonathan Díaz Castro, Presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública del Estado, se convirtió en un espacio de reclamos en el que se le cuestionó precisamente la falta de estrategia de seguridad. A ratos respondía seguro, otros trastabillaba y unos más se sonrojaba. Fernández de León, mencionó que la ausencia de voluntad política, así como la falta de coordinación en el marco jurídico del sistema legal, son las principales causas del aumento en los índices de homicidios en Tijuana. 
Lares hizo hincapié en la necesidad de coordinación hasta con los medios de comunicación, justificó recursos, habló de la voluntad del alcalde, Jorge Astiazarán, y de la necesidad de reconocer el trabajo del policía e hizo el compromiso de reunirse con el CCSPM para presentar el plan integral de seguridad. Pero los presidentes de los consejos reviraban. Tomaban la palabra para denunciar la imagen de los policías, la falta de recursos, la poca o nula coordinación, así como la inexistencia y desconocimiento de una estrategia integral de seguridad, teniendo respuesta con aplausos del público. Genaro de la Torre señaló en su turno desconocer el plan integral de seguridad pública referido, a lo que el secretario respondió explicando que sí existe y que está integrado por la capacitación, depuración y equipamiento, como el caso de drones y cámaras de las corporaciones. Luis Torres Santillán señaló que se ve una corporación a la que le hace falta un cambio estratégico: “Nos interesa que tengamos un documento para poder evaluar o para saber a dónde va la policía municipal…ese proyecto final debe estar marcado en un plan de trabajo” para apoyarlo o “exigirle y reclamarle”. Agregó que debe comprender desde prevención del delito, carrera policial, servicio profesional de carrera, el destino de los recursos y la participación del consejo ciudadano. El foro terminó en medio de aplausos, principalmente dirigidos a los presidentes de los consejos. El cuestionado secretario descendió e intercambió palabras con sus interlocutores del panel, se tomó la foto oficial y con sonrisa nerviosa retiró del lugar.
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