Nació para la música e hizo con ella grandes temas que quedarán como legado a una carrera de más de 65 años. El músico, compositor e intérprete más influyente del blues murió ayer jueves 14 de mayo por la noche en su residencia de Las Vegas, en Nevada a los 89 años, después de luchar con la diabetes tipo II que padecía desde hace más de dos décadas y que en los último año hizo estragos en su cuerpo. Murió mientras dormía en la tranquilidad de su hogar. Apenas en abril el rey del blues había sido internado en un hospital de Las Vegas por deshidratación provocada por la misma enfermedad y en octubre del 2014 tuvo que cancelar su gira cuando en pleno concierto desfalleció por agotamiento, obligándolo a tomar reposo para recuperarse. Poseedor de un estilo único para tocar su guitarra, a la que siempre llamó Lucille, en conjunto con su poderosa voz, dieron a B.B. King el título del “Rey del Blues”, quien con su talento influenció a músicos como: Eric Clapton, Stevie Ray Vaughan, Otis Rush, Buddy Guy, Jimi Hendrix, John Mayall y Keith Richard, por mencionar algunos. 
Ícono de la música estadounidense, nació el 16 de septiembre de 1925 en Itta Benna, Mississipi, y desde que era un niño su amor por la música lo llevó a cantar en los coros de la iglesia para después en su juventud seguir los instintos de su corazón cantando y tocando su guitarra por 10 centavos en las calles del lugar donde nació. Fue hasta 1947 cuando su carrera tomaría rumbo convirtiéndolo en un profesional que más tarde lo llevaría a ser toda una leyenda del blues. Éxitos como: “The Thrill is Gone”, “To Know You Is to Love You”, “I Like to Live The Love”, “Every Day I Have the Blues”, quedará como su gran legado, sumando más de 50 discos y 15 premios Grammys, además de pertenecer al salón de la fama de la Fundación del blues en 1984. Descanse en paz el gran B.B. King.
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