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jueves, julio 17, 2025
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Nosotros

Nosotros   “Las crisis son buenas porque obligan al hombre a buscar soluciones creativas”.- Albert Einstein El otro día, crucé a pie a San Diego, California. Tenía años de no hacerlo. Prometía ser una aventura enriquecedora. La idea de hacerlo caminando me surgió la tarde anterior mirando ese yin y yang geográfico físico, político, económico, social y cultural norte-sur desde la terraza de un piso 25.  Lo percibí como más significativo y hondo que el paisaje urbano más espectacular que he estado, el mirador de El Corcovado, en Rio de Janeiro, Brasil. -Lo ponemos en la pasada en 20 minutos por 5 dólares- me dijo un joven, apuntando a la larga fila –de aquí son 2 horas 45 minutos.   Me condujeron a un estacionamiento sacado  debajo de las piedras, donde esperaba una unidad que se llenó entre voceríos, intercambio de billetes y señales. Luego de un rodeo por una franja poblada de perros verdes y gallos azules y gente color ámbar fabricando dulces debajo de techos ondulados nos descargaron entre una romería a un paso de la línea internacional. Esperar inmerso en un bullicio como el de la pasada de Tijuana a San Diego, es una embriaguez acústica,  una ebriedad que se alimenta de sí misma. Éramos como un buque en un muelle con todas las ventanillas iluminadas mientras el chofer aguardaba el momento de dar la señal a los viajeros de saltar a tierra donde los oficiales norteamericanos permiten meterse en la bola. Un hombre no es una etiqueta sino un acorde que despierta en la imaginación resonancias sutiles. Es aquí cuando el manuscrito se acaba. Lo que sigue es un espacio en blanco, ir avanzando desde lo que no se sabe a lo que se sabe, no dibujar el mapa de un territorio sino explorarlo sin más ayuda que las ganas. Alguien estaba yéndose a Los Ángeles a ver a su compadre, le llevaba ate de membrillo y una botella de tequila. Una mujer arrebatadora estaba mascando chicle con un bolso como de paracaidista. Un grupo de muchachas y muchachos vestían ajuar nocturno hablando como entre gárgaras. Un americano y otro americano y otro más parecían volviendo de una misión encubierta. Muchas familias se apretaban para no dejar pedazos entre mujeres y hombres solitarios, gente con pecho hasta la frente.  Mundos escurriendo de aquí para allá y de allá para acá en tandas, todos con bolsillos, todos con billetes, todos con enjundia, todos con manos trabajosas, todos con planes, todos con números, todos con la actitud que confirma que la economía no se puede analizar desde la economía misma sino como una más de las expresiones de organismo nacional. El mundo es la irradiación del hombre como un ser todo. Un fenómeno no solo es un hecho para el entendimiento, sino una expresión del alma: no solo un objeto sino también un símbolo, desde las más sublimes creaciones religiosas y artísticas hasta las menudencias de la vida diaria. Cruzar a pie, vivirlo, ver y mirarlo es revelador. Si nos interesa ver y mirar la realidad de lo que sucede todos los días en nuestro país, y en particular, en Baja California, no hace falta tomar cursos universitarios, de esos que abundan en Tijuana1 Resulta más aleccionador cruzar a pie a San Diego, California2.  ¿Tanto de tanto yendo y viniendo, tantos nosotros trabajando, desfilando, sucumbiendo, tropezando, rumiando, renaciendo en un entorno que estudios como La Economía de Baja California, crecimiento y rezagos con relación a otros estudios[3] califican de “ambiente recesivo”? ¿Tiene sentido que el actual entorno que se vive en Baja California sea de bajísimos niveles de competitividad, de precarización del mercado laboral[4]? ¿Junto a la economía más grande del mundo?  ¿Baja California entre los peores en actividad económica estatal, peor que Michoacán, con todos sus problemas de inseguridad y crimen organizado?[5]  ¿Ser de los estados más rezagados en transparencia presupuestal, en desequilibrios financieros, frecuentes niveles de deuda, ausencia de infraestructura adecuada, altas tasas de desempleo, ambiente negativo para hacer negocios?[6] ¿Qué ha pasado o ha dejado de pasar en Baja California? ¿Nos falta creatividad? ¿No hay chispa, solo discurso? ¿Y nuestras instituciones, nuestro gobierno, nosotros? Tal vez esa sea la respuesta: nosotros. Somos los que podemos poner rumbo, compromiso, liderazgo, claridad, honestidad, acciones. Somos nosotros, no ellos.   Diego Moreno     [1] En el estado de Nuevo León hay 21 parques industriales, con dotación de servicios básicos indispensables, así como de infraestructura productiva y una ubicación próxima a las rutas del comercio y centros de educación e investigación. Las instituciones de educación superior están estrechamente vinculadas a los sectores productivo y social. Es un ejemplo de los esfuerzos en la aplicación de la educación, la investigación y el desarrollo, así como la innovación en las actividades productivas, de sinergia entre los sectores privados, público y académico para lograr la compatibilización de la oferta educativa con los requerimientos de las empresas. ¿Baja California? Se estima que solo en Tijuana hay entre 25 y 35 universidades patito. 2] Hacerlo en automóvil es la manera adecuada para no enfrentar la realidad. Si se hace en helicóptero, mejor. Sería muy interesante, si es que sucedió, saber el nombre del presidente municipal de Tijuana o Gobernador del estado de Baja California que lo hizo como lo haría cotidianamente Pepe Mojica, el republicano ex presidente de Uruguay.  La diferencia es abismal.  [3] LA ECONOMIA DE BAJA CALIFORNIA. Crecimiento lento y rezagos con relación a otras entidades. www.losciudadanosqueremos.org. Abril 2015. Año 1. No. 1. Baja California. [4] Op Cit. [5 Op. Cit. [6] Op. Cit.

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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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