El alboroto empezó desde el mismito día que en Baja California corrió la noticia que César Camacho Quiroz, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, pisaría tierras norteñas. Armaron itinerario y armaron agenda. El plan inicial era que el presidente nacional del PRI llegara el lunes 11 por la tarde y se regresara un día después, el martes 12. El primer día a un evento en Mexicali donde dormiría y al día siguiente arrancaba gira hacia Tecate, Ensenada y, para cerrar, Tijuana. Sin embargo, el cambio fue repentino y César Camacho solamente estuvo un día en el Estado, cancelando los eventos del lunes y recorriendo sus compromisos en menos de 12 horas. Así que llegó a Tijuana, se pasó a Ensenada y se regresó por la noche desde Mexicali. El revoltijo de eventos y movimientos no quedaron ahí, los daños colaterales de las agendas cambiantes de Camacho dejaron huérfano al Pueblo Mágico de Tecate, y en él, un evento al que se había convocado incluyendo ex alcaldes y prominentes miembros del partido en el municipio. Lo curioso es que el evento en Tecate programado con el presidente del PRI no se canceló y se convirtió –sin aviso– en un acto proselitista a favor de la candidata en ese Distrito 7, Nereida Fuentes. No hay que dar mayor explicación para entender la molestia de algunos encumbrados priistas que se quedaron esperando al que nunca llegó. Furiosos abandonaron el acto en el que se les prometió codearse con las ligas mayores y terminó siendo una reunión de pueblo.
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