Las declaraciones de los lidercillos panistas de Baja California sobre el movimiento campesino de San Quintín alcanzaron magnas dimensiones, solo comparables con sus niveles de sandez. En el enano intento por aligerar el peso que ha generado la incapacidad del gobernador panista, Francisco Vega de Lamadrid, y sus traspiés en declaraciones a medios, dos bisoños militantes del PAN desatinaron contra los jornaleros, quienes exigen un mejor salario y que se respeten sus derechos laborales, como el estar inscritos al Seguro Social. Miguel Antonio Loza Ginuez, secretario de Acción Juvenil en el Estado, publicó: “Si los jornaleros de San Quintín (los mejores pagados del País) sientes que no les alcanza lo que ganan, que le reclamen a los legisladores del PRI y Peña por haber promovido y autorizado el incremento del 16%, en el Estado”, se lee en su cuenta de Facebook. Un puberto, Carlos Gorocica Domínguez -también “líder juvenil” del PAN-, secundó la idea y escribió: “Que estudien si quieren ganar más, de que sirve entonces matarte estudiando si un ‘jornalero’ quieres ganar 300”. Aunque posteriormente pidieron disculpas, las estudiadas criaturas del PAN (quienes no aparecen en la base de datos de cédulas profesionales de la Secretaría de Educación Pública) hicieron que dos cosas se dejaran claras: una, su estatura intelectual y, dos, el apoyo popular que tienen los jornaleros de San Quintín que levantan la cara frente al patrón ante un desmayado gobierno.