Desde que el martes 31 de marzo se hicieran públicas en redes sociales primero y en medios de comunicación después, fotografías del Director General de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) David Korefenfeld y su familia, subiendo a un helicóptero de la dependencia, con todo y maletas, el funcionario y amigo de Enrique Peña Nieto no ha renunciado, no ha sido despedido, ni ha sido sancionado. Sin resultados de la investigación oficial en proceso, dado que en la Secretaría de la Función Pública, donde informaron de la apertura de una averiguación sobre el cas Korenfeld para determinar una responsabilidad administrativa, el personal se encuentra de vacaciones. Días antes, el 1 de abril, David Korenfeld subió una fotografía de su pierna con un aparato aparentemente terapéutico en su rodilla, para confirmar su versión de que habría utilizado el helicóptero de la CONAGUA, por tratarse de una emergencia médica. Sin embargo, es evidente, la emergencia no era tal, no era pues un caso de viva o muerte. De hecho reportes periodísticos de la Ciudad de México, informaron de una reservación que tenía la familia Korenfeld para vacacionar los días de Semana Santa en Vail, Colorado Para enredar más el tema, en su intento por justificar su actuación, Korenfeld también informó que había pagado a la tesorería de la dependencia que dirige el coste de la utilización del helicóptero, dejando por un lado que se trata de una aeronave para que funcionarios de la CONAGUA atiendan contingencias en los Estados de la República y no de un servicio de taxi aéreo que puede pagarse. Diputados federales, y especialmente ciudadanos en redes sociales y comentarios a medios de comunicación, han solicitado la renuncia de David Korenfeld por tratarse este de un caso de abuso de poder y corrupción, al utilizar para su servicio privado-personal, los bienes de la nación, en este caso, el helicóptero para trasladarlo a él y a su familia. El portal de noticias Sin embargo.mx entrevistó al ciudadano que tomó las imágenes que evidencian un caso más de abuso de poder y corrupción en la administración de Enrique Peña Nieto, se trata de Ignacio Vizcaíno Tapia, quien declaró que frecuentemente toma fotografías, y que ese domingo 29 de marzo cuando vio el helicóptero aterrizar, portaba un telefoto lo cual le permitió tomar imágenes nítidas del abordaje de la familia Korenfeld al helicóptero de CONAGUA, además explicó que esa no sería la primera ocasión: “Siempre veía aterrizar ahí helicópteros y el domingo resultó que cando tenía mi cámara con telefoto dije, le voy a tomar unas buenas fotos. Vi cuando aterrizó, la espera, cuando llegó la camioneta y luego saqué con ráfaga cuando bajaron y despegó el helicóptero”. De hecho Vizcaíno Tapia pensó que se trataría de algún millonario de la zona, pero al bajar las fotografías a su computadora observó el logotipo de la CONAGUA en la aeronave y eso lo indignó, por ello decidió dar a conocer el material fotográfico en redes sociales. Sin embargo tal parece que será hasta el lunes 6 de abril cuando funcionarios del Gobierno Federal regresen del puente vacacional de Semana Santa, que se informe de la determinación en el caso de evidente abuso de poder en la CONAGUA, mientras tanto, Korenfeld sigue apegado al pretexto de un malestar en la rodilla, para justificar su actuar nada profesional ni institucional. Antes que se denunciara el caso de probable tráfico de influencias en la adquisición de una casa por parte de la Primer Dama Angélica Rivera y por parte del Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, a una subsidiaria de Grupo Higa, el principal constructor beneficiado por el Gobierno del Enrique Peña Nieto en el Estado de México, y en el de la República, otro funcionario fue cesado por abuso de poder, se trata Huberto Benítez Treviño quien hasta finales de abril de 2013 se desempeñó como Procurador Federal del Consumidor, luego que tras el escándalo de su hija que utilizó a inspectores de esa dependencia para cerrar un restaurante en la Ciudad de México, la Secretaría de Gobernación lo despidió. El caso Korenfeld no es muy distinto al de Benítez, pues utilizó los bienes de la CONAGUA -y de la Nación- para uso personal.
Publicidad
