En el hospital del ISSSTE de Zapopan dejó de existir la cuarta víctima del recluso Domingo Villa Arellano, quien el pasado domingo asesinó a su pareja sentimental y a sus dos hijos en el módulo 2 del Reclusorio Preventivo de Guadalajara. Personal del Servicio Médico Forense (Semefo) recogió del nosocomio el cadáver de la joven Erika Lizeth Ramos Velázquez, de 17 años, quien presentaba heridas producidas por objeto punzocortante en el pecho. Karina Velázquez Cocula, de 32 años, acudió ante la agencia del Ministerio Público adscrita al Semefo para identificar el cuerpo de su sobrina, quien era vecina de la delegación de San Martín de las Flores de Abajo, municipio de Tlaquepaque. La mujer también reclamó los cadáveres de su hermana Erika Isela Velázquez Cocula, de 35 años y de sus sobrinos Ángel Martín y Valeria, de apellidos Villa Velázquez, de cuatro y un año de edad, respectivamente. Estas últimas víctimas murieron por asfixia. La compareciente declaró que sus familiares salieron de casa el 15 de marzo por la mañana para dirigirse al penal de Puente Grande a visitar a Domingo Villa Arellano, de 40 años, esposo de su hermana Erika y padre de dos de los hijos de esta, sin embargo ya no regresaron. A través de las noticias, Karina se enteró de los hechos en los que sus sobrinos y su fraterna fueron asesinados dentro del Centro de Prisión Preventiva del Estado, cuando Domingo estranguló a la adulta y a sus propios hijos, e intentó asesinar también a la hija mayor de su pareja, a la que apuñaló y apretó el cuello. Villa Arellano, ex policía estatal de Jalisco, quien se encontraba preso desde 2006 por matar a golpes e incinerar a otra pareja en un cerro del municipio de Zapotlanejo, pretendió suicidarse por ahorcamiento, pero no lo consiguió, aunque resultó con lesiones de gravedad. En las próximas horas se definirá la situación jurídica del recluso, quien podría ser consignado por los delitos de feminicidio y parricidio ante un Juez de lo Penal en el complejo penitenciario de Puente Grande.