Una de dos, o el nene que dirige en el Estado el Partido Verde Ecologista de México, Fausto Gallardo, se está rebelando a sus padrinos políticos o, el también diputado local, se siente ya con las tablas para emanciparse de quienes justamente lo acurrucaron en los puestos públicos, primero como regidor de Tecate y luego en la diputación que hoy goza. Gallardo ha cargado el gafete de líder del partido verde en Baja California pero en los hechos, Eduardo Ledesma Romo, ex diputado federal y actual delegado de Conagua al lado de Noé Rivera, son quienes tejen la política del partido en la entidad. Entre Gallardo y Ledesma todo es cortesía y buenos modales en público, pero por debajo de la mesa se golpean las espinillas. La ruptura entre ambos se pudo leer en el jaloneo de las dos candidaturas que el PRI le reservó en la coalición electoral de los Distritos de Baja California, el 6 con cabecera en Tijuana y el 2 de Mexicali. Mientras Ledesma y equipo impulsaron a Guadalupe Jaques Contreras, funcionaria del SAT en Mexicali así como a José Ángel Treviño (posteriormente Mabel Campos Sandoval), respectivamente, Gallardo patrocinó a Elizabeth López Sotelo y a Enrique Luna Jr. para los mismos distritos. El partido ordenó que debieran ser para mujeres ambas candidaturas, así que Gallardo apostó Elizabeth López y Najla Wehbe Dipp, quien abandonó el barco del PANAL para navegar con bandera del verde, quienes finalmente fueron impuestas. Esta última, candidata fracasada en 2009 por el Partido Nueva Alianza. La candidatura de Wehbe y su alardeado vínculo con Elba Esther Gordillo pone en entresijos al Partido Verde y a su notoria alergia a la maestra, todavía presa acusada inicialmente por lavado de dinero, malversación de fondos y enriquecimiento ilícito.