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lunes, septiembre 30, 2024
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Investigue a sus candidatos

Doña Olga García Rodríguez se mantiene de la venta de dulces y, desde hace algunos años, de lunes a viernes por convicción, da de desayunar a más de 90 niños sin recursos de la Zona Este de Tijuana. Graciela Rascón lleva muchos años contra viento y marea intentado sostener una escuela para enseñar hablar a niños sordos. Rebeca Ruiz e Iván Rodríguez usan las redes sociales para conseguir apoyos y llevar comida los domingos a la gente del bordo en Tijuana. Sin otro interés que el de ayudar, Guillermo Navarrete lleva cada fin de semana comida y cobijas a los migrantes que esperan la posibilidad de cruzar por la línea fronteriza en la zona de Playas de Tijuana. Estos son solo algunos casos de las decenas de personajes con verdadero espíritu de servicio que ZETA y muchos bajacalifornianos conocen en la ciudad de Tijuana, pero hay muchos más en el resto de Baja California. Sin embargo, ninguno de ellos, o mínimamente parecido a ellos, han sido llamados o buscados por los partidos políticos para integrarse como aspirantes a un puesto de elección popular en el proceso que se votará el próximo 7 de junio. Porque en términos reales, la preselección de suspirantes a diputados y gobernadores de los partidos ha puesto en evidencia que lo que menos importa a futuros legisladores y mandatarios, es el arraigo social y su interés por la comunidad a la que pretenden representar. Previo a la selección de precandidatos, los líderes nacionales de los partidos -con mayor representación en el país-  presumieron que tenían mucho de donde escoger, que les sobraban candidatos dijeron una vez y otra, el priista César Camacho, el perredista Carlos Navarrete y el panista Gustavo Madero, quien en el colmo del cinismo, en el manoseado proceso de selección, terminó auto favorecido con la candidatura a una diputación plurinominal. Total que para no variar, los partidos de nuevo se quedaron en puras promesas con eso de presentar a los mejores hombres y las mejores mujeres. La preselección de suspirantes fue de nuevo una repartición entre sectores, sindicatos, confederaciones y por supuesto, las asignaciones de cuotas en medio de la onda grupera, la vieja entrega de hueso a representantes de esos equipitos de políticos que se dedican a controlar los partidos, según su conveniencia económica. Por ejemplo en el PRI de Baja California, al repartir los distritos, dos le tocaron a los servidores de Jorge Astiazarán, otros dos a la gente de Fernando Castro Trenti, dos distritos para sus comparsas del Partido Verde Ecologista de México, y el resto para los sindicatos,  sectores y confederaciones con cientos de votos manipulables. Todos candidatos que van a cuidar sus intereses y garantizar su representación en la toma de decisiones. Como reclamaron algunos priistas inconformes con el proceso interno en Cuernavaca, Morelos, “no queremos partidos de juniors”, pero también de eso hubo en la preselección de Baja California. Ahí está el joven hijo de Eligio Valencia Roque, quien funciona como dueño de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), quien despojó a los trabajadores de la cooperativa de El Mexicano, el periódico que fundaron, y quien evade impuestos y afecta a sus empleados cambiando el  nombre de sus empresas. El joven -de aspecto simpático por cierto- era un absoluto desconocido hasta antes de marzo de 2014, cuando las negociaciones entre su padre y el alcalde de Rosarito lo llevaron a la coordinación de delegaciones de ese municipio. Y continuó sin hacer nada significativo a pesar que le consiguieron -sin mérito alguno- la oportunidad de ser regidor suplente de mayo a octubre de 2014. Y ahora quieren que sea diputado. Luego el PRD, que en sus designaciones sigue convertido en la recicladora del resto de los partidos, está Víctor Hugo Navarro Gutiérrez, ex diputado local del PVEM (2010-2013), quien intentó crear un nuevo partido en 2014; las antes priistas Patricia Lucero Bolio y Alma Lorena López Lerma, dirigente femenil de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) en Mexicali; y el ex panista Irving Emmanuel Huicochea Ovelis. Ya metidos en el tema del reciclaje, no hace falta más que echarle una mirada a la lista de candidatos panista para ver que los albiazules tienen la esperanza puesta en la mala memoria de los bajacalifornianos, por ejemplo, que no se recuerden los dudosos manejos que hizo la señora Mirna Rincón de los fondos del Seguro Popular el sexenio pasado, o la incapacidad  recientemente evidenciada por Rosario Rodríguez como secretaria de Educación en el Estado. Entonces, si los partidos seleccionarán en la mayoría de los casos por dedazo de los patronos de los partidos, y las listas de precandidatos muestran que no le están echando ganas en la designación de aspirantes, significa de nuevo que el trabajo más duro será para los votantes, que parecen orillados a elegir al menos peor, en lugar de tener la oportunidad de seleccionar al mejor. Así, que señores, señoras, toca desde ya ponerles el ojo encima a esos que pretenden convertirse en legisladores, revisen quiénes van por sus distritos, búsquenle si tienen algún merecimiento o todo lo que sabe es vivir del erario. Escúlquenles el currículum, investiguen sus antecedentes, revisen el internet, la prensa, pregunten a sus amigos y conocidos. Si sabe algo, Lector, compártalo, hágase escuchar por los partidos. Porque ante un panorama tan poco alentador, lo mínimo que podemos hacer los ciudadanos, es tratar de informarnos.

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